Una coralillo de un metro de largo fue aplastada por un vehículo en el Periférico del Sur de la ciudad, José Canul sostuvo que en esa área al ser de tierra pedregosa, abundan las víboras que siempre ponen en riesgo a los que habitan en este sector.
Según José, este reptil es poco dado a dejarse ver, y por lo general muerde a las personas si lo pisan o tratan de atraparlo, la mayoría de las mordeduras no son mortales. La coralillo pertenece a un grupo de víboras venenosas de la familia Elapidae, propias de zonas tropicales, se caracteriza por sus vivos colores en los que predominan el rojo, el amarillo y el negro.
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La coralillo es conocida por ser una de las especies más venenosas, su mordedura no causa en un primer momento los efectos temidos, no es dolorosa, ni provoca hinchazón en la parte afectada; los demás síntomas se manifiestan hasta pasadas 12 horas, pero si no se aplica un antídoto, la neurotoxina comenzará a perturbar las conexiones entre el cerebro y los músculos provocando dificultades del habla, visión, parálisis y, por último, un paro cardiaco.
Este reptil se alimenta de lagartos, ranas, serpientes más pequeñas, incluidas las de coral, cuando brotan las crías son de aproximadamente 18 centímetros y son venenosas, su longitud adulta es poco menos de un metro, puede vivir hasta siete años.
El entrevistado explicó que esta área, al ser zona muy pedregosa, hay una enorme cantidad de serpientes en la que destaca no sólo la coralillo, sino la de cascabel, la cuatro narices y otras muy venenosas, al que diariamente la gente tiene que cuidarse para que no ingresen en sus hogares, sobre todo, en esta época de muchas lluvias.
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CC