A poco más de un mes de llegar la Navidad, las 150 piñatas de pavos que se han elaborado en la calle 18 de la colonia Chuburná de Hidalgo, a manos de María Mercedes Canul Dzul, están listas para ser las invitadas especiales de las fiestas decembrinas de muchos hogares.
A sus 92 años, doña Mechita se dice ansiosa para empezar a recibir a los compradores de estas piñatas en forma del tradicional animal de patio y que conforme se acerca el último mes del año empiezan a comerciarse y que se han convertido ya en una tradición de las fiestas de Navidad en Mérida.
Dijo que, contrario a lo ocurrido el año pasado en el cual la venta estuvo muy lenta, en esta ocasión ya ha empezado a comercializar piñatas pues a mucha gente le gusta tener de donde escoger las combinaciones de su piñata, siendo las que más rápido se gastan las de “ pavo santa” y la tradicional con “plumaje negro”.
La mujer señaló que le han dicho que en algunos lugares están vendiendo unas “parecidas a las que ella elabora” o le dicen a los clientes que son las que ella hace, lo cual desmiente porque ella solo las vende en su domicilio.
María Mercedes dice que a pesar de que su cumpleaños es el mes de septiembre, es durante estas fechas cuando más visitas y felicitaciones recibe debido a sus piñatas de pavo, que se han convertido ya en una tradición decembrina para la ciudad, una situación que la pone muy contenta.
“El elaborar y comercializar mis piñatas me revitaliza cada año”, señaló sentada en su hamaca, lugar en el que dice que elabora y decora sus piñatas, buscando combinaciones y dejándo un poco de su amor en cada una de ellas.
Se dijo orgullosa de que este año dos de sus creaciones, unos “pavos mestizos”, van a ser llevados a Estados Unidos por un cliente que se las encargó, pero también porque este año empezó a enseñarle a hacer piñatas a tres jóvenes vecinos del rumbo que se acercaron a pedírselo.
Comentó que debido la pandemia que se vive aún en el Estado, no sale seguido de casa, por lo cual, el platicar con los jóvenes Brenda y Karen Cocom y Arturo Ibarios la llena de alegría, además de que es una forma de dejar un legado en el arte de elaborar las piñatas y a quienes les ha compartido que el secreto para hacer una piñata bonita es realizarla con amor y pensando que alrededor de ella muchas familias pasarán un rato de amor inolvidable.
“Me siento contenta de que por medio de mis piñatas puedo estar en muchos festejos y compartiendo lindos momentos con muchas familias, esa es mi mayor satisfacción”, comentó.
Comentó que, aunque muchos lo dudan, desde enero empieza con la elaboración de sus piñatas, consiguiendo la materia prima para hacerlas, siendo que ahora su hija y su nieta son las que se encargan de llevarle los materiales para su realización.
“Muchos dicen que es fácil elaborar las piñatas, pero no lo es, se tiene que hacer paso a paso primero haciendo el cuerpo con el globo y ver que quedo duro, cortar las alitas y la cola, formar la cabeza y las patitas y todo se tiene que esperar a que se seque, es un montón de trabajo, pero eso me entretiene”, dijo la amable mestiza.
Doña Mechita recordó que elabora piñatas desde hace 20 años, cuando aprendió a hacer las tradicionales de estrella o de picos, que le enseñaron unas monjas que habitaban por la colonia Chuburná, pero desde hace seis años que hace exclusivamente de pavo las cuales las comercializa en 300 y 350 pesos dependiendo del tamaño y que le han dado fama comercializandolas únicamente en su domicilio de la calle 18 entre 25 y 23, número 105 E, Chuburná Hidalgo, Mérida y que con la ayuda de su nieta ahora ya hasta página de Facebook tiene como pinatasdonamechita.
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JG