A pesar de estar beneficiándose mediante la entrega de plantas maderables y frutales en las parcelas como parte del programa“Sembrando Vida”, campesinos mencionaron que el no contar con agua en sus terrenos ha ocasionado que no puedan regar sus matas, pues la mayoría de las veces tienen que trasladar el agua desde su domicilio a sus lotes.
Camil Gamboa, quien es una de las beneficiadas en el programa, afirma que al no contar con un sistema de pozo en su terreno se le hace muy complicado el estar trasladando el agua que obtiene de su domicilio para luego ser llevado hasta su parcela, el recorrido tiene una distancia de seis kilómetros. “Muchas personas piensan que sólo es sembrar, regar y cobrar, pero no. Para los que no tenemos pozos como nosotros, es un trabajo muy cansado el sólo poder llevar a diario dos galones de 20 litros para regar parte de las plantas, es mucho el viaje y se invierte demasiado para el traslado”, aseguró.
Por las mañanas o tardes, los campesinos dedican parte de su tiempo en sus terrenos, en donde tiene que mantener dos hectáreas de plantas, entre ellas, caoba, ramón, cedro, zapote, siricote y otras frutales, para poder producir en unos cuantos años. “Siempre me han dicho que es un trabajo botado, pero no es así, cansa y en mi caso, tengo que contratar a una persona para que me ayude a arreglar el terreno y llevando el agua todos los días”, dijo Camil.
La falta del pozo ha ocasionado que varias de las plantas que han sembrado se estén muriendo poco a poco, debido a que son árboles que necesitan abundante agua para poder desarrollarse.
Actualmente la campesina cuenta con 800 árboles plantados en las brechas del terreno.
Gamboa afirma que cuando quieren cultivar verduras para generar entradas económicas, es un poco imposible por la falta del líquido en el lugar, “solo en tiempo de lluvias podemos cultivar calabaza, pepino o maíz, ya que los chubascos nos ayudan y sólo así podemos rendir”.
Rolando Rodríguez Maldonado, quien es también parte del programa, indicó que para la temporada de seca, mucha de sus plantas mueren a falta de agua. “En la sequía a muchos de nosotros que no tenemos pozo se nos complicaba acarrear agua en botellones, por mi parte tengo que caminar 10 mecates (20 por 20 metros), para ir a un terreno en búsqueda del líquido, si alcanzamos regar hasta dos filas les vuelve a tocar el riego hasta dentro de tres días, porque se tiene que abarcar todo el terreno”, comentó.
El monto que cobran mensual, comentaron que sólo alcanza para seguir manteniendo el lugar, “el apoyo es bueno, lo agradecemos, pero si nos pudieran apoyar en realizar un pequeño suministro de agua en nuestros terrenos, estaríamos más que agradecidos, así pudiéramos trabajar mejor y se verían bien los resultados”, señalaron.
Otros comentan que obtienen agua de pozos vecinos y quienes tienen la ventaja de tener uno en su lote son quienes también aprovechan a compartir en dado caso que algún compañero de trabajo no tenga. “quienes se apoyan con el agua porque tienen en sus milpas están bien, pero hay casos que no hay ninguno y se tiene que acarrear por botellas o galones para llevar y poder regar”.
Los trabajadores esperan buscar un proyecto que les brinde el servicio para poder excavar y sacar agua de la tierra y así puedan seguir con el trabajo que día a día van sacando adelante.
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