Una de las tradiciones más arraigadas en las familias de la comunidad es la celebración anual del día de finados, que se extiende por el espacio de un mes que corresponde a noviembre, por lo tanto, en el último día de este mes tiene cabida el rito antiguo llamado de Bixmes o “la despedida de lasánimas”, que contiene en su forma y expresión especiales características.
Un rito especial se ejecutó para su llegada en los primeros días del mes, otro especial tendrá cabida para despedirlos en el último día de noviembre.
Sobre esto, Guadalupe Lugo López, pobladora, comentó: “es una creencia muy antigua eso del bixmes, que es la despedida de las ánimas, porque según la tradición ellas vienen desde su lugar de descanso a estar en sus casas y en su pueblo por espacio de un mes, que es todo noviembre, así como los hemos recibido con ofrendas, oraciones, flores y velas, debemos despedirlos con igual forma regocijo, nostalgia y oración.”
También señaló: “eso de rezar por las ánimas del purgatorio, debe ser algo de siempre, no sólo es exclusivo de noviembre. La tradición hace énfasis en este mes, pero deben recordarse siempre”.
La despedida de las ánimas tiene un rito establecido de cómo debe ocurrir la celebración, la ofrenda que se colocará en el altar debe ser comida sólida, nada de caldo o comida líquida. Son entonces los pibes, tamales, también llamados vaporcitos, panes, que se colocan envueltos en servilletas blancas que se dejan en el altar por toda la noche. Estos alimentos no pueden ser consumidos, sino hasta la mañana siguiente en la cual las ánimas ya se han marchado.
Cuando comienza anochecer el día 30 de noviembre, se coloca en el altar de la casa la ofrenda, se encienden las velas y se comienza el rezo de la despedida.
En lo que respecta a esta celebración, Rosa Vázquez Aragón comentó: “es triste el ambiente que predomina la noche del 30 de noviembre, ya se van las ánimas, hasta dentro de un año. Si vivimos los podremos recibir de nuevo, la ofrenda que se ponen se debe entregar ósea hablar a las ánimas para que tomen la gracia de los alimentos que se ponen, se pide por el descanso eterno de ellas, y por eso se hace la última novena o rezo del mes, que es el final del tiempo de finados”.
También se señaló: “esta noche se iluminan las puertas de las casas y las albarradas con el encendido de las velas que se colocan, en señal de despedida, así como cuando llegaron fueron recibidas así mismo se les despide con velas que alumbraran el camino de regreso a donde ellas habitan. Eso de amarrar la comida, y de las velas, como también de rezar en la noche, son cosas que aprendimos de nuestro padres y abuelos, eso hemos practicado, enseñado a nuestro hijos y nietos”.
Las velas que se encienden son los cabos de velas que se quemaron durante los rezos y la ofrenda colocada en todo el mes. Las velas en la puerta de las casas o en las albarradas pueden ser acompañadas por flores, que se cultivan en los solares como árnica, xpujuc, amor seco, entre otras variedades.
El bixmes es una de las tradiciones que aún persisten fuertemente arraigadas, siendo parte del patrimonio cultural intangible de la comunidad.
Durante los últimos días de noviembre, varias familias de la comunidad se organizaron para hacer sus pibes o mucbipollos, adelantado así el bixmes o la despedida de las ánimas, esto porque siendo el día señalado entre semana las familias no pueden reunirse para hacer esta actividad tradicional.
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CC