Jesús Chalé originario de Maxcanú junto con Francisco Javier Caamal, Jorge Antonio Tun Kú oriundos de Tecoh, emprendieron un peregrinaje como cada año, donde se preparan económica, psicológica y físicamente para lograr su trayecto de más de un mes. Su devoción ha hecho que personas de distintos municipios se sumen a su travesía.
Los guadalupanos salieron de Yucatán el día 7 de noviembre y esperan retornar el día 12 para cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. Afirmaron que esto más que una manda es algo que nace de sus corazones por todas las bendiciones que han recibido durante el año.
“Decidimos emprender por amor y fe hacia la Virgen, ya que somos fieles creyentes y porque año con año realizamos esta trayectoria, pero en el camino se nos fueron uniendo personas de Umán, Kanasín y Halachó quienes regresaron con nosotros y los acogimos en el grupo”, expresaron.
Francisco Javier indicó que antes de salir tomaron acuerdos desde cinco meses antes, donde definieron su uniforme representativo a la peregrinación y la fecha en que iniciarían su recorrido para luego juntar dinero para los gastos.
“Durante ese tiempo iniciamos con la reparación de nuestro transporte (la bicicleta) y que todo quede en óptimas condiciones, se necesita una buena condición física para que no se nos engarroten los músculos” dijo Jorge Tun.
Los yucatecos comentaron que tiene que pedir permiso en sus trabajos, además de prepararse con acondicionamiento físico y de manera psicológica, alegando que, lo más difícil de todo es dejar de ver a su familia por más de un mes y, aunque los incidentes no pueden faltar han podido sobre llevarlo.
“Nuestra trayectoria ha sido muy dolorosa tanto física y emocionalmente. Dejamos a nuestra familia y seres queridos y nos vamos lejos. Y si hemos tenido varios incidentes como descompostura de las bicicletas y algunos accidentes de menor gravedad sin nada que lamentar, agarrotamientos, tropiezos, en fin, muchas cosas, pero vale la pena por hacer esta ofrenda”, reiteraron.
Los jóvenes señalaron que en su trayecto han tenido ayuda de almas caritativas, pues debido a lo largo de su viaje en ocasiones tienen que pernoctar en gasolineras, iglesias e incluso al aire libre, pero siempre encuentran personas bondadosas que les dan la mano.
“Es difícil saber dónde vamos a dormir, puede ser en alguna casa, en las iglesias o en dado caso cuando nos gana el tiempo y no llegamos en alguna población nos quedamos en alguna gasolinera o al aire libre, pero cuando tenemos que bañarnos o ir al baño siempre hay gente que nos da su apoyo”.
“Hay una persona en particular que nunca voy a olvidar en el Estado de Puebla en el municipio de San Martín Texmelucan. Una señora de la tercera edad junto con su nieto nos brindó alimento y lo más hermoso es que son de bajos recursos y sin pensarlo nos brindaron su apoyo incondicionalmente. Y así en diferentes lados como en Tepeaca Puebla. Y en Llano Grande en el Estado de México, aún hay gente de buen corazón que nos manda Dios”, dijo Caamal.
Los Antorchistas comentaron que, su meta era llegar a la Basílica de Guadalupe, sin embargo para llegar a su destino en bicicleta tuvieron que pasar por muchos poblados en los cuales tuvieron que sortear algunas peripecias, pero al llegar a la catedral sintieron que todo valió la pena, además que en el trayecto fueron agregándose más jóvenes hasta ser 10 fieles que regresarían a Tierra yucateca habiendo cumplido la promesa que le hicieron a los santos, pues sobre sus espaldas llevan imágenes de San Judas, la Virgen María entre otros.
“De ida pasamos por Chocholá, Maxcanú, Halachó, Calkiní, Hecelchakán, Tenabo, Ceiba playa, Champotón, Ciudad del Carmen, Atasta, Nuevo Progreso, Frontera, Tabasco, Cárdenas, Acayucan, Cosamaloapan, Tinaja, Córdoba, Orizaba, Maltrata, Tepeaca, Amozoc, San Martín Texmelucan, Llano Grande, Valle de Chalco y por fin llegamos a la Ciudad de México para visitar a nuestra Madrecita. En puebla siempre nos acogen bien, sabemos que esta misión por más dolorosa que sea hay que hacerla, porque todo el año somos bendecidos, sobre todo en esta época de COVID-19, a ninguno de nuestras familias le ha tocado y eso hay que agradecerlo”.
En su retorno, los antorchistas celebrarán con las mañanitas el cumpleaños de la Morenita, quienes bajarán a saludarla en la catedral San Idelfonso en la capital del Estado, y posteriormente retornarán a sus hogares en sus respectivos municipios para pasar las fiestas con sus familias.
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CC