Turismo nacional, extranjeros y residentes, acudieron al Malecón del puerto de Progreso para intercambiar el tradicional recalentado de la cena de Navidad por un pasadía frente a la playa, esta práctica fuera de lo tradicional, se llevó a cabo por primera vez, luego de que el año pasado el área de arena de este sector permaneciera cerrada a causa de la contingencia sanitaria que tenía el Estado por la pandemia de COVID-19.
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A lo largo del día, llamó la atención que la actividad comenzara desde la madrugada, con grupos que llegaron para recibir la Navidad frente al mar, un ciudadano disfrazado de “Grinch” que realizó travesuras con los visitantes y las familias que no dejaron de acudir a dicho punto, generando con ello que los establecimientos comerciales trabajen con flotas completas y tope de capacidad en sus instalaciones para dejar atrás la jornada del crucero Disney Wonder, la cual calificaron como poco redituable.
Entre la multitud de visitantes se encontró a la pareja comprometida Christian Estrada de Tamaulipas y la regiomontana Marina Garza, quien recibió el anillo de compromiso en su natal Monterrey, pero que vio frustradas sus vacaciones un año después cuando planeaban realizar su sesión fotográfica teniendo como marco el Muelle Fiscal de Progreso.
“Le dije que por la pandemia no podíamos casarnos, aparte venir a Progreso era nuestro sueño, la canción que nos une es ‘nunca es suficiente’ de Natalia Lafourcade, el videoclip lo grabaron acá en la playa. Recuerdo que veníamos a tomarnos las fotografías del recuerdo y había una valla metálica para las vacaciones de Semana Santa, ahora regresamos para cumplir con la sesión y regresar al Norte para contraer nupcias”, expresó la futura novia.
Otro caso similar fue el de la familia Montiel Segura, que llevaron a Obdulia Segura Vargas, quien como regalo de Navidad y de su cumpleaños 90, pidió el viaje a Progreso desde los Ángeles en el Estado de California, Estados Unidos, donde reside desde hace varias décadas. La razón del retorno se debió a que sus padres son originarios del puerto, sitio donde vivió su infancia hasta los trece años antes de emigrar al país norteamericano.
“Quería mis XV años en el ‘casino’ del centro de Progreso y no se pudo. Venir a este mar junto con mis hijos y nietos que desconocían donde tuve las mejores navidades fue maravilloso, las restricciones casi nos hacen desistir de viajar a México, pero las ganas por llegar eran mayores, solo añoro el mar de antes, ahora luce completamente diferente a como lo conocí”, expresó la nonagenaria con un español poco fluido, mientras era vista con la incredulidad de más de 10 miembros de su familia que pasaron una Navidad con guisos americanos en una casa de renta del Poniente de la ciudad.
Por su parte, la comunidad extranjera residente, permaneció aglomerada en los restaurantes de sus paisanos, en la calle 80 por 27, donde se ubica una hilera de establecimientos con temática mexicana, pero donde este día 25 el pavo cocinado con manos americanas y canadienses.
Fueron alrededor de 20 familias las que permanecieron desde las 10: 00 horas sentados en hilera con extranjeros de todas las edades para convivir y de paso regalar dulces a los pequeños yucatecos que desfilaban alrededor de sus mesas.
Como único faltante para esta jornada, estuvo el uso debido de protocolos de higiene, pues dentro de los establecimientos se avistaron comensales aglomerados sin tomar sana distancia o uso de cubrebocas, mismo caso ocurrió dentro de la playa donde era común ver y cargamentos de cerveza en grupos familiares de hasta 15 personas con adultos mayores y niños incluidos.
A diferencia de otros fines de semana, faltó la presencia de agentes de la Policía Ecológica repartiendo cubrebocas o la Policía Municipal exhortando a tomar medidas sanitarias. La única restricción que se tuvo sin falta, fue la instalación de dos retenes alcoholímetro en Chelem y la salida a Progreso, donde alrededor de las 15:00 horas propiciaron largas hileras de autos y diversas detenciones hasta adentradas horas de la noche.
Misma actividad se espera hoy con el retorno de varias actividades al aire libre de índole deportiva que traerán diversas empresas gracias al semáforo verde que se contempla en el Estado.
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JG