Entre las leyendas populares delpuerto de Sisal sobresale la conocida como “El Guardián de Sisal”, que es una figura de piedra tallada en la que se observa a un personaje vestido a la usanza romana, armado con un garrote y una serpiente en el cuello.
La estatua está ubicada sobre el techo de un edificio de color rojo, a la entrada del puerto, en la esquina principal.
La leyenda del “Guardián” solía ser narrada por Medardo López Maldonado y Pedro Galaz León, ya fallecidos, pero recordados con cariño por mucha gente mayor de esta comunidad.
En el mismo pilar donde está la efigie, pero empotrado en la parte de abajo, se encuentra una lápida con un escudo heráldico en el que se observa tallado un árbol, en cuyo tronco hay dos lobos, uno encima del otro, y en cuyas fauces lleva cada uno lo que parece ser un niño muerto.
En la parte de arriba hay un letrero en el que se puede leer en español antiguo “Es del ilustre señor Juan de Orduña y de su mujer Doña Gerónima Ortiz y de sus herederos”, seguido del año MDLXXXV (1585).
Los veteranos narradores locales decían que este monifato, al igual que los cañones de acero que se encuentran en el parque central de la comunidad, fueron instalados en puntos estratégicos para engañar a los piratas que solían llegar para saquear a la población y evitar que desembarquen.
En su libro, David Quintal Medina narra las llegadas de los piratas a estas playas de Sisal.
Hoy, algunos habitantes del puerto dicen que en algunas noches de lluvia y rayos, la efigie desciende del techo de la casa y deambula por las calles de Sisal, por lo que mucha gente prefiere no salir a la calle durante las lluvias nocturnas.
Sea verdad o mentira, el caso es que esta construcción es seguramente una joya arquitectónica e histórica de Sisal que debe ser rescatada y cuidada.
SY