Las piñuelillas o piñuelas, como comúnmente es conocido este fruto en Yucatán, en lengua maya reciben el nombre “ch’om”, mientras que científicamente se llaman Ananas pinguin. Pertenecen a la familia de las bromeliáceas.
Este fruto tiene un sabor dulce, similar al de la piña, así como las vitaminas (A, B y C) y minerales que contiene. En Yucatán se acostumbraba a que este fruto solía ser una de las mejores golosinas que se vendían a través de las rejas de la escuela, junto con codzitos y tostadas de frijol, tomate y queso fresco.
Asimismo, en el estado la piñuela se empleaba como ornamental, medicinal, fines alimenticios, decorativos (en festividades) y ceremonial.
En lo representativo de la antigüedad, era parte de la bebida ancestral maya llamada Balché y se utilizaba como un conservador natural, sin la piñuela la bebida fermentada dura unas cuantas horas.
Asimismo, sus hojas se aprovechan como molde para la producción de algunos productos lácteos como el queso, lo cual a su vez les da un sabor particular e indescifrable. También se usa por sus efectos medicinales, como el purgante.
Con información de Naturalista MX
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