Más de 100 millones de pesos es el costo acumulado del Paso Deprimido, luego de que los regidores del Ayuntamiento de Mérida avalaran por mayoría de votos, la erogación de entre 25 y 30 millones de pesos que servirán para aplicar las modificaciones recomendadas por el Colegio de Ingenieros de la Entidad, y que posiblemente permita que los automovilistas vuelvan a circular por la vía que lleva cerrada alrededor de 150 días.
En una ríspida Sesión de Cabildo, la mayoría panista permitió que la capital yucateca destine esa cantidad millonaria de recursos que se empleará en la elevación de la altura de los carriles y en el reforzamiento de las paredes, con lo que se evitarán las filtraciones.
La regidora del PRI, Ana Gabriela Aguilar Ruíz acusó que, la construcción presenta tantas problemáticas debido a que fue abandonada a su suerte, sin brindarle mantenimiento por motivos políticos. Por su parte, la concejal del PAN, Diana Mercedes Canto Moreno, manifestó inconformidad y desplegó todos los números que se suman en inversión para la arteria.
Resaltó que desde el 2011 que se construyó, la inversión rebasó los 64 millones de pesos; además, enlistó las inversiones consecuentes que ha requerido para reparaciones y mantenimiento: en 2012 se arregló el cárcamo porque presentó fracturas, en 2013 las rejillas con más de 700 mil pesos, en 2014 se le pusieron bombas adicionales con un estimado de 600 mil pesos, desde el 2014 hasta el 2020 se tuvo altos consumos por más de 9 millones, y se cerró por primera vez en septiembre 2020 por inundaciones con 1.62 millones en reparaciones, en julio del mismo año se rehabilitó con 1.3 millones, en octubre 2020 se cerró por segunda vez.
Por su parte, Canto Moreno, respaldada por las cifras, argumentó que nunca se ha abandonado la obra y, por el contrario, se han invertido más de 80 millones en su mantenimiento.
“Si se ha tardado es porque se cuida a los ciudadanos; si se demoró tantos días fue porque se necesitaba un estudio técnico justificativo que cubriera todos los aspectos y fuera de mayor beneficio para la ciudadanía”, dijo.
Alegó que le parece evidente que no se trata de un tema político, ya que, si así fuera, optarían por tapar y cerrar el paso que tantas discusiones e inversiones ha traído.
Recordando que, desde junio del año pasado, el Paso Deprimido se cerró como consecuencia de las inundaciones por las fuertes lluvias, la regidora del PRI, Ana Gabriel Aguilar Ruiz, recordó que se invirtieron más de dos millones para su rehabilitación, logrando una parcial reapertura en agosto; volviendo a cerrarse el 7 de octubre.
“Debido a las circunstancias en que fue construido y que la decisión emanó de un gobierno municipal que se aleja del hegemónico, ha sido satanizado, desatendido y usado para enarbolar una filosofía distorsionada de la realidad. Pero, sobre todo, para mantener en la ciudadanía un recordatorio de lo que han hecho, posicionar como una obra mal hecha. La realidad es que fue mal atendida y no tuvo continuidad”, comentó la síndico tricolor.
Hizo énfasis en que ha sido empleada como “argumento político” por los recientes alcaldes, en lugar de darle mantenimiento adecuado como lo merecía, “siendo una parte importante de la infraestructura vial de Mérida, en una zona propicia para el desarrollo económico y embellecimiento de la ciudad”, agregó.
Asimismo, aseguró que expertos del colectivo Ciudadano Sinergia en Acción, reconocieron la importancia de la vía para la movilidad de la zona, recalcando que cerrarla o taparla no solo tendría un costo monetario aún más elevado, sino que los resultados de dicha decisión serían contraproducentes.
Pidió que se realice con un proceso transparente, alegando que el presupuesto de 25 a 30 millones que se ha señalado sea clarificado, “que sea una licitación pública, pero que sea con imparcialidad y estricta observancia de la legalidad”.
Sin embargo, luego de inversiones tan grandes, apenas ayer se pudo observar a trabajadores dentro del agua sin ningún tipo de protección; incluso se pudo observar que preferían ingresar a hacer las reparaciones en shorts y sin camisa, dejando limpia y seca la ropa con la que volverían a casa.
SY