Autoridades ecológicas y grupos conservadores de las tortugas aclararon en días pasados que el puerto ya se encuentra preparado para recibir el proceso de anidación, mismo que sucederá a mitad del mes de abril; por otra parte, la única preocupación recae que desde enero ha habido varios avistamientos de estas especies a la orilla de la playa, misteriosamente la mayoría sin vida, con signos de maltrato en el caparazón y algunas hasta con órganos extirpados.
Los antecedentes de los recales en este primer trimestre del año empezaron el día 11 de enero, cuando un quelonio tipo carey fue encontrado por vecinos de la costa, desgraciadamente nada se pudo hacer pues estaba en estado de descomposición y tenía algunas muestras de golpes en su carapacho.
El avistamiento ocurrió por la mañana, cerca de la zona del playón del Malecón Internacional. El hallazgo fue verificado por la bióloga Gabriela Ofelia Benítez Fernández, al ver que no había remedio para salvarla en PARTMACY, se procedió a enterrarla; el ejemplar presentó medidas aproximadas de 84 cm de largo curvo y 80 de ancho.
Es de resaltar también al primer mamífero que llegó a las costas, éste fue un delfín muerto que fue visto en el puerto de Chelem, este caso dio pie a una carpeta de investigación por parte de la Policía Ecológica a cargo del Comandante Obdulio Mena Sánchez; al final se constató que aunque las causas del deceso no fueron naturales, todo pudo deberse a un golpe en la cabeza que le dio una embarcación de paseo al ejemplar.
A la orden del día
Una de las caras que juega un papel determinante en estos casos, es el biólogo marino Juan Lara Rodríguez y Vianey Sosa Koh, jefa del Departamento de Investigación del Centro de Estudios Tecnológicos de Mar, entre ambos docentes tienen las riendas del Programa de Atención y Rehabilitación de Tortugas Marinas en la Costa de Yucatán ( PARTMACY), mismo que desde hace seis años ha dejado en claro sus tres objetivos: salvar tortugas en situación de peligro, aumentar el nivel académico en alumnos y otorgar concientización a turistas y familias yucatecas.
“Cuando empecé a dar clase aquí escuchaba comentarios de los alumnos que decían que era de lo más normal consumir huevos y carne de tortuga, entonces primero empezamos con actividades de concientización; luego traíamos algunas especies para trabajar, de manera que logramos que los educandos les tomaran cariño y expresaran ese sentir en casa, con ello hemos notado un cambio radical en cuanto al tema”, manifestó Juan Lara Rodríguez.
El punto de rehabilitación ubicado en la colonia “Nueva Yucalpetén”, dentro del colegio CET-Mar, tiene como principales instalaciones un área de cuarentena, la cual cuenta con piscinas donde se depositan los quelonios recién llegados, ahí se les da un seguimiento especial hasta que se consigue una mejoría para ser llevados al estanque, este lugar sirve de simulación para que busquen su alimento y naden en un espacio más grande, cuando toman un peso mucho mayor al que tenían al ser recibidas, se les libera en algún punto de la playa.
Dentro de su historial, el CET-Mar sólo contaba con el programa “Campamento Tortuguero” donde se otorga ayuda voluntaria en los meses de abril y mayo, fechas de anidación; a lo largo de varios días, los aprendices de acuacultura participan resguardando los huevos en sus mismas instalaciones y dando seguimiento total por separado.
Debido a que el campamento fue víctima de robos durante varios años, la iniciativa se trasladó a conocido hotel donde a los guardias de seguridad se les brindó capacitación.
Motivos de varamientos
En entrevista realizada en el mes de los primeros varamientos, Juan Lara indicó que éstos se dan por varias causas, la principal es por una afección que las tortugas buscan comunicar, siendo los principales males que han observado, la fibrocapilomatosis (tumores en general) y golpes por embarcaciones o arponazos.
Otra causa fue que en gran parte de los primeros tres meses de cada año hay constantes Frentes Fríos, esto origina bajas temperaturas en el hábitat de los quelonios, por lo que éstas buscan refugio dentro de la playa.
El especialista también expresó que si existe un varamiento es porque los quelonios necesitan de ayuda: “pueden estar enfermas o traer un golpe de una lancha que pasó junto a ellas, jamás van a llegar a la playa por una razón inexacta, hay una razón siempre, que se tiene que determinar con base en un análisis”, dijo.
Posibles depredadores
En cuanto a los signos de maltrato que han sido visibles en algunos casos, se pide como siempre no realizar actos indebidos con los anfibios, aunque lamentablemente siempre hay casos de abuso por parte de navegantes de yates de paseo, sin embargo estas acciones son castigadas con grandes multas.
El Código Penal Federal establece una pena de uno a nueve años de prisión y el equivalente de trescientos a tres mil días de salario mínimo como multa, a quien capture, dañe o prive de la vida a un quelonio marino; el castigo también es aplicable para quien recolecte o almacene sus productos.
“No se descarta que haya maltrato aunque tampoco dejamos fuera de las posibilidades que las muestras de agresión sean por barcos que les pegan con la propela o sus redes; tampoco hay que olvidarnos de que los perros callejeros son los principales atacantes de los quelonios, cuando llegan a la orilla con vida muchas veces son atacadas en grupo hasta perder la vida”, argumentó la bióloga de la Policía Ecológica, Juana Dzul Hoc, quien también anunció que para el proceso de liberación participa de la mano de Partmacy, por lo que este año no se descarta la unión de esfuerzos.
La última vez que se encendieron las alarmas en el puerto por posibles delitos en contra de los quelonios fue hace apenas cuatro días, cuando se encontraron a lo largo de tres días, un total de cuatro ejemplares tipo carey con signos de maltrato. Todas fueron sepultadas en los puntos donde se les encontró, las especies tenían desde señales de golpes en su caparazón, hasta decapitaciones y falta de órganos sexuales.
Acciones por anidación
Como se sabe, la etapa de anidación de tortugas empieza desde mitad del mes de abril a mayo, por esa razón se pide a la comunidad progreseña y turistas mantenerse alerta y actuar con responsabilidad en caso de ver a los quelonios en las zonas de residencia veraniegas.
Parte de las acciones en marcha es el reclutamiento de voluntarios para Partmacy, dicho lapso finaliza el próximo miércoles 31.
“Es la primera vez que realizamos esta convocatoria de manera formal, el deseo de mucha gente tanto dentro como fuera del Estado, nos motivó hacer de manera formal este anuncio a fin de contar con 40 voluntarios durante todo este año. Nos movió la inquietud a partir del descenso en contagios por coronavirus, además en todas nuestras actividades usamos todos los protocolos obligatorios y trabajamos al aire libre”, confirmó el comité organizador.
Se pide a los interesados: tener disponibilidad en tarde y noche, ser mayor de edad, tener la responsabilidad suficiente para trabajar con la naturaleza y ser lo suficientemente proactivo para participar en actividades relacionadas con la limpieza de zonas naturales.
Los correos deben enviarse a [email protected] y deberán contener: nombre completo, escáner de identificación oficial, fotografía de frente con rostro descubierto y fondo blanco, número de teléfono y carta de motivos, la cual no deberá exceder de una cuartilla.
También se resalta el curso que este grupo de rescate otorgó esta semana recién concluida, para los estudiantes del CET-Mar y elementos de la Policía Ecológica, el período de aprendizaje tuvo como denominación “Técnicas básicas de primeros auxilios para la atención de tortugas marinas y delfines”.
Policía Ecológica apoya esfuerzos
Por su parte, Obdulio Mena Sánchez, titular de la Policía Ecológica expresó que habrá vigilancia permanente las 24 horas del día a cargo de la treintena de elementos que tiene a su cargo. También se reforzarán las casetas de vigilancia de la calle 114, en la 94 y junto al “Muelle de Chocolate”.
“Nuestra función será consignar a la Fiscalía a quien cometa actos ilícitos contra los quelonios y sean castigados conforme a la ley; le pedimos a la ciudadanía no meter vehículos motorizados o caballos a la playa; si ven algún nido, no actuar por cuenta propia, hablar a las autoridades pertinentes para que se hagan cargo”, aconsejó.
Asimismo, el funcionario aseguró que la guardia no bajará en todo el año, pues el trabajo de esta dependencia es salvaguardar el ecosistema de Progreso.
En caso de avistamiento, pide comunicarse a su teléfono (9993-52-19-78) o al 9691-03-62-86 de la dependencia que dirige.
SY