El norte de Quintana Roo es un lugar rico en biodiversidad , esto significa que existe una gran cantidad de pescadores interesados por los animales que los ven como productos, una de las formas de operar de estos pescadores es por medio de redes, las cuales son dejadas en un sitio por prolongadas horas, sin embargo, las tortugas marinas suelen quedar atrapadas al limitarse su movimiento por lo que éstas pueden morir ahogadas.
Un promedio de 120 tortugas pueden morir al año debido a la pesca con red, tan solo en la zona norte del Estado, tomando en cuenta la cantidad de lanchas que existen en el puerto de Chiquilá, el cual se ha hecho famoso debido a que es el punto de conexión con isla Holbox.
De acuerdo con un estimado del ingeniero Roberto Herrera del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática de Ecosur, en promedio las lachas que pescan con red atrapan al año aproximadamente una tortuga y el 40 por cierto de estas muere, en el lugar existen cerca de 300 embarcaciones de pesca con red permitida lo que daría un promedio de 300 tortugas atrapadas y el promedio de muerte sería de 120.
¿Qué hacen con el cadáver de las tortugas?
Las tortugas son animales protegidos por las leyes mexicanas y también por acuerdos internacionales, los pescadores lo saben y cuando una queda atorada en las redes de pesca y el desenlace es fatal se opta por deshacerse del cuerpo del animal que les causaría muchos problemas legales e incluso perder sus permisos para que puedan trabajar, señaló el experto Roberto Herrera.
Una de las formas en las cuales se deshacen de los cuerpos es por hundimiento, esta técnica consiste en cortar la parte de debajo de la caparazón para exponer las vísceras, estas se descomponen más rápido y evita la formación de gases lo que facilita que el cuerpo del animal se sumerja en el agua, esta técnica es bien conocida por los pescadores.
Actualmente las autoridades que se deben encargar de vigilar la actividad de la pesca en el estado es la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) sin embargo, sólo están activos dos inspectores y tienen un presupuesto limitado.
Las redes de pesca sólo son uno de los múltiples problemas que existen para las tortugas que habitan en Quintana Roo, pues además el turismo genera bajas por los golpes con propelas de los botes motorizados y recientemente una enfermedad llamada fibropapilomatosis.
MR