A poco más de un año de estar en pandemia, el uso de cubrebocas ha disminuido en la población tekaleña, a pesar de ser obligatorio y portarlo al salir a la calle, lo que pone en peligro de contagio a toda la población.
En el caso concreto de este municipio según la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) que solamente se han dado siete casos confirmados. El primero de ellos se presentó a finales de junio pasado y el último, según la lista oficial del gobierno del estado fue en meses pasados.
La lista del gobierno expone que, de esos siete casos, tres concluyeron en defunción quedando cuatro recuperados. De esos siete casos cinco corresponden a mujeres y dos solamente a hombres.
Algunos habitantes comentaron que, respecto a la situación comentada, dijeron que quizá sabiendo que no hay casos en la población y que, además, el pasado miércoles se dieron las vacunas a las personas de la tercera edad, muchos ya relajaron las medidas, por lo cual ya no utilizan el cubrebocas.
Cierto es que las tiendas, molinos y comercios en general, tanto del centro de la población como en las colonias, el uso del cubrebocas es obligatorio y se mantiene vigente, así como el uso de gel antibacterial.
La iglesia católica que de nuevo se abrió al culto público en septiembre pasado, mantiene vigorosamente el uso de este objeto de cuidado de salud, así como los otros métodos requeridos para el cuidado, en especial el de la sana distancia y de evitar la aglomeración de fieles al recibir el santo viatico al comulgar.
Un recorrido por las calles del municipio se observó que es la plaza principal, y lugares públicos donde el uso del cubrebocas es débil o nulo.
Según los datos de instituciones de salud mundial, las mascarillas están diseñadas para proteger a otras personas en caso de que estas estén infectadas desconociendo que lo están. Se ha comprobado, de igual manera, que muchos portadores del virus son asintomáticos, es decir, pueden estar contagiados sin saberlo y con esto seguir propagando la enfermedad.
La mascarilla debe cubrir la nariz, la boca y hasta parte de la barbilla, evitando con esto que el virus pueda entrar al cuerpo por la vía respiratoria. El uso de este objeto de cuidado es un potente recordatorio para no acercarse las manos a la cara, además que mientras más personas en la entidad se sumen a usarlo será mayor el beneficio para todos, pues la enfermedad paulatinamente deberá descender en su alto número de contagios que a diario se registran en el estado.