El Frente Frío Número51 no fue impedimento para que cientos de turistas y familias locales abarrotaran el Malecón de Progreso, desde la mañana la actividad no paró en la playa, así como en el área de restaurantes; lastimosamente, los bañistas volvieron a olvidarse de la sana distancia, y del respeto a las medidas de higiene.
La llegada de los primeros bañistas se registró alrededor de la 07:00 horas, tiempo en el que se notó a mucho deportista correr en la acera hasta la calle 64 que inicia la zona de construcción por el museo de geología y la rehabilitación del área que rodea al asta Bandera.
Al mediodía, se ubicó un retén por parte de la Policía Estatal para hacer saber a los visitantes sobre las consecuencias de no tomar respetar la sana distancia y no portar el cubrebocas.
A las 14:00 horas, se tuvieron temperaturas de más de 40 grados a pesar de que el aguacero cayó en la capital yucateca, lo que aprovechó el turismo local y extranjero para entrar al mar, realizar actividades en la arena y degustar pescado frito en el barandal.
“Ya era urgente que vuelvan a abrir, durante las vacaciones recién concluidas nos quedamos con las ganas de venir al mar, ya era tradición para la familia llegar con los niños a pasarla bien”, expresó Lucía Chacón, turista de Mérida que plantó una casa de campaña.
Resultó curioso que cuando se le preguntó por las medidas sanitarias que empleó para prevenir contagios, se limitó a contestar, “si va a pasar, pues va a pasar, ni modos”.
Mismo caso se repitió con los Ordóñez Tinah, quienes también llegaron desde la capital yucateca, en su caso lo hicieron para festejar que uno de los integrantes de la familia recibió la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Alza de ventas
Los restaurantes del final de la Prolongación “Romeo Frías Bobadilla” estuvieron llenos, establecimiento como “Henequenes” y “Eladios”, incluso tuvieron que hacer esperar a sus comensales para otorgarles una mesa, pues se cuidó que sólo el 60 por ciento de las instalaciones estuviera disponible a fin de cuidar la distancia entre los clientes.
En el área de playa, las más de 300 mesas que colocaron los restaurantes también lucieron saturados, esto fue aprovechado por varios vendedores ambulantes que no quisieron pasar la oportunidad de mejorar sus ingresos, ejemplo de ello es Pablo Lira, dedicado desde hace un lustro a la venta de botanas.
“Ya queríamos regresar, era desesperante estar en casa sin tener sustento, en mi caso he visto ventas de arriba del 50 por ciento, no es usual para un día como el domingo, donde alrededor de 50 bolsas de a 20 pesos se van al medio día, pero como te repito, estamos felices de trabajar y con eso basta”, manifestó.
A partir de las 17:00 horas, el cielo se tornó nublado y cayó la lluvia unos 40 minutos después, aunque eso no fue impedimento para detener la actividad en la arena.
“Normalmente cuento cuantos autos llego a atender para mediar la cifra y para entretenerme, ahorita ya hasta perdí la cuenta, el “pico” de la asistencia en la playa calculo que fue entre 12 y 13:00 horas; lo que si noté es que las familias sólo vienen a comer y luego se van, no todas prefieren quedarse en la arena, si así se tratara supongo estuviera a reventar el asunto”, expresó Alberto Polanco, sexagenario que a pesar de su edad labora como “Viene-Viene” con notable ánimo.
Par de disturbios Alteran el orden
Dos incidentes, marcaron la jornada dominical, en el primero de ellos un vendedor ambulante se enfrascó en seria discusión con un turista, solamente por los colegas del comerciante este fue desalojado cerca de donde estaba el grupo de amigos del visitante, ya que este había amenazado con golpearlo.
En entrevista con los testigos, estos afirmaron que el joven vendedor no se encuentra bien de sus facultades mentales, ya que sin motivo empezó a agredir verbalmente a los bañistas.
En otro punto del malecón, un hombre intentó agredir a una mujer y fue detenido por turistas locales, a manera de venganza el joven fue golpeado por dos hombres y fue retirado por el grupo defensor de la mujer, al parecer pareja sentimental de él.
En ambos conatos se tuvo la intervención de la Policía Municipal para que no pasaran a más ambos problemas. No se tuvieron detenidos.
Según el Director del Departamento de Seguridad Pública y Tránsito, ayer domingo se registró una afluencia mayor a los 4 mil asistentes, la gran mayoría gente con residencia en los puertos de Chelem y Chuburná.
Para disminuir el riesgo de accidentes automovilísticos, se empezó a retirar a quien estuviera consumiendo bebidas alcohólicas en el malecón cuando empezó a oscurecer, para ellos se necesitó de dos unidades que dieron recorridos en toda la prolongación.
También regresó el operativo alcoholímetro en Chelem y la salida al puerto, ocasionando por momentos, embotellamiento de vehículos que buscaban retirarse luego de pasar el día en la playa.