La directora del Colectivo “Uady sin acoso”, Rosa Cruz Pech, señaló que hasta ahora existen más de 500 casos de acoso sexual contra estudiantes de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), de los cuales tres se encuentran en proceso de análisis en la Comisión de Derechos Humanos del Estado (Codhey) y nueve ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Paralelamente, otros 10 expedientes se encuentran abiertos y en proceso de investigación ante la misma institución educativa.
Pese a esta situación, aseguró que los agresores no fueron dados de baja, porque hubo interrupción en los procesos. Sin esta eventualidad, tres estudiantes de las facultades de Medicina, Veterinaria e Ingeniería habrían sido sancionados.
Detalló que los más de 500 casos tienen una temporalidad de máximo cinco años y son asuntos que ocurrieron entre los años 2016 y 2017, y otros que son actuales.
Recordó que hace dos años inició la labor de investigación porque se presentaban muchas situaciones de acoso, hostigamiento sexual, discriminación y otro tipo de agresiones en la UADY. Por lo que se creó una campaña estudiantil, para que se llevara a cabo un protocolo de prevención y atención de los casos.
Se aprobó en el 2019; sin embargo, apuntó, como sucede con todo documento por escrito: “si no se aprueba, no pasa nada”, y los casos continuaban.
La activista aseguró que en estos últimos meses se han encontrado muy activas con temas muy graves debido a que, en septiembre, ejemplificó, se dio el fallecimiento de una estudiante.
“Muchas de estas denuncias han sido promovidas ante el protocolo de la universidad; otras se han dado por fuera, ante la Codhey y la FGE”, informó.
Mencionó que varias alumnas han desertado de interponer sus denuncias, porque cuando lo intentan, las autoridades les indican que desistan. Esto detiene a otras personas que se encuentran en proceso de señalar el agravio.
Explicó que actualmente está abierto un espacio para poder denunciar, a través de las redes sociales y de otros colectivos de que son de apoyo a la universidad que se han integrado.
“Nosotros fuimos los primeros en formar nuestro colectivo. Actualmente ya existen otros diez de diferentes facultades que están arropando a las personas que quieren emitir denuncias. Pero en general, se ha dado una apertura de exponer ante las autoridades, alumnos, profesores e integrantes de la misma universidad”, explicó.
Rosa Cruz Pech adelantó que se promoverá una cultura de la denuncia, para que los procesos legales puedan tener mayor celeridad y se pueda llegar a una justicia pronta.
Dejó en claro que el acoso sexual no solamente está presente en una institución educativa, porque también se da en otros ámbitos, como lo es en el trabajo, el hogar o la calle.
Especificó que se trata de una cuestión cultural y de educación, porque enseñan a las mujeres a quedarse calladas y a los hombres a hacer lo que quieran con sus emociones. “Carecemos de una educación sexual y de cómo relacionarnos de una manera responsable”, expuso.
Entonces, continuó, “no sabemos cómo expresar esas emociones y acciones. Terminamos teniendo una cultura violenta desde la casa. Estas prácticas se replican constantemente por el hecho de quedarnos calladas, porque cuando denunciamos a alguien, se corre el riesgo de que nuestra carrera quede trunca y terminen por expulsarnos”.
Por esta razón, “se han estado haciendo movimientos feministas que están levantando la voz y que ayudan para recobrar la confianza de que no se encuentran solas, que hay varios colectivos que las acompañan y que, además, pueden actuar en procesos legales”, comentó.
JG