“La actividad ganadera y lechera está pasando por un duro momento a causa de la sequía, urge que las autoridades municipales, estatales y federales de manera coordinada implementen un proyecto integral que beneficie a los productores cuando realmente se necesita, pues en ocasiones los apoyos llegan demasiado tarde, esto sin contar que el presupuesto destinado para esos apoyos por parte de los gobiernos es muy raquítico”, así lo dio a conocer el productor lechero y ganadero, Wilmer Monforte, quien se ha dedicado a esas dos actividades durante toda su vida.
La sequía ha afectado a todas las actividades del campo, entre las que se encuentran la ganadería, pues esta temporada propicia que se pierda demasiado pasto que es utilizado para la alimentación del ganado, lo que provoca que los animales pierdan peso y que el precio de compra se vea afectado.
Para contrarrestar esos efectos de pérdida, los productores deben ser orientados y asesorados por los gobiernos para la siembra de forrajes productivos como sorgo y maíz, ya que producen más con poco riego, debido a que la sequía es un problema de siempre, pero con el paso de los años ha ido empeorando y afectando a los productores.
En cuanto a la actividad lechera, el municipio se ha caracterizado por la producción de leche y elaboración de productos derivados como quesos, yogures, malteadas, entre otros, pero también estas actividades se ven afectadas a causa de las fuertes sequías que golpean al Estado cada año.
Un productor promedio que cuenta con una extensión de terreno de entre 20 y 24 hectáreas puede tener poco más de 20 vacas; cada una de ellas en buenos tiempos produce alrededor de 10 litros de leche al día, pero en este tiempo de sequía la producción baja a aproximadamente 6 litros por vaca, por lo que la ganancia es justa para poder sobrevivir, pues a pesar de que el precio de compra del litro de leche es aceptable, al haber poca producción los lecheros se ven afectados.