La escasez de alimentos, unida a las altas temperaturas que imperan en la zona oriente, provoca que los animales sucumban y mueran en los potreros, situación que aviva el llamado de emergencia de los ganaderos que se encuentran en los rumbos de Panabá, San Felipe, Río Lagartos, Las Coloradas y El Cuyo, que son los que están resintiendo la escasez de pasto para sus hatos ganaderos. Las tormentas del año pasado arrasaron con todo el vegetal, que se pudrió bajo el agua debido a las inundaciones.
La situación para varios ganaderos de esta región es desesperante, apenas está empezando la sequía y comienza a registrar una baja en los animales por la falta de comida en los potreros. Asimismo, los animales poco a poco van perdiendo peso.
Los productores hacen un llamado a las autoridades gubernamentales para que los apoyen con pacas, alimento balanceado, melaza y pollinaza para poder atravesar esta difícil situación, sobre todo en las partes donde el agua se llevó prácticamente todo.
Mario Humberto Mena mencionó que “es desesperante, es una etapa muy crítica en la ganadería, los potreros están desolados ante la falta de alimento y por el enorme calor que está azotando la región, los animales se están enfermando y varios muren al no poder aguantar la situación”.
Explicó que programas como Peso a Peso están a destiempo, por lo que urgió la intervención del gobierno estatal y de la UGROY para poder paliar estas imperantes necesidades, explicó el ganadero del municipio de Panabá.
Así como él muchos de los dedicados a la crianza del ganado en la parte que sufrió inundaciones se están enfrentando a una dura situación, ya que al bajar el nivel del agua, el pasto no tuvo oportunidad de retoñar, lo mismo ocurrió con muchos arbustos que murieron al estar sumergidos en el agua más de medio año.
En los potreros sólo se pueden observar piedras en donde pasta el ganado, los apoyos son muy limitados y muchos se están viendo obligados a malvender sus animales porque no tienen la solvencia económica suficiente para alimentarlos, aun cuando el silo y alimentos balanceados, pollinaza y melaza se están vendiendo al 50 por ciento.
A este problema se le suma la otra cara de la situación, los incendios forestales, que están afectando a varios ranchos de la zona oriente, pues arrasan por completo el alimento de los animales; si las altas temperaturas continúan, muy pronto varios ganaderos tendrán que abandonar la actividad al verse obligados a tener que comercializar sus animales por falta de solvencia económica para poder alimentarlos, en esta zona al menos se han siniestrado seis ranchos en lo que va de esta temporada de sequía.
SY