Las clases presenciales continúan suspendidas y la movilidad en los centros educativos se mantiene a la baja a más de un año de la contingencia sanitaria por el COVID-19.
“Ha sido un año muy complicado, tanto para los alumnos como para los padres de familia y maestros. Desespera ver que los muchachos no avanzan en sus estudios”, compartió Rosalía Ávila Vázquez, madre de dos estudiantes de secundaria.
La madre de familia compartió el complejo panorama que se repite en numerosos hogares de la localidad, donde la crisis económica y la carencia de medios tecnológicos han sido una limitante en las labores escolares a distancia.
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El pasado mes de marzo se cumplió un año de la suspensión de clases presenciales y de haberse cerrado todos los planteles educativos; desde entonces, la movilidad en las escuelas del municipio ha sido exclusivamente para diligencias internas.
En un recorrido por los planteles escolares se observó que la mayoría continúan cerrados y sólo abren sus puertas para las labores de limpieza o mantenimiento, así como actividades de relevancia que se trata con los paterfamilias.
De forma escalonada y siguiendo los protocolos de sanidad, el personal docente acude a su respectivo centro de trabajo cada determinado día para la entrega de material didáctico a los padres de familias, cuyos hijos presentan problemas de conectividad o falta de dispositivos para tomar clases a distancia o de forma virtual.
Pese a la comunicación, el rezago educativo ha sido inminente y gradual; “hay cosas donde ya no podemos apoyarlos porque no sabemos, hacen mucha falta las clases presenciales”, aseveró Ávila Vázquez.
Añadió que el retorno a las aulas reduciría el rezago educativo que se ha generado a lo largo de un año. “Es necesario que haya clases presenciales, aunque no sean grupos completos o de forma intercalada”, indicó.
Asimismo, la madre de familia reconoció que, si bien a estas alturas no todos cuentan con las herramientas necesarias para conectarse, también hace falta compromiso e interés por parte de los alumnos, padres de familia e incluso algunos docentes.
“Ha sido un año complicado, ya no busco cómo hacerle. Nosotros no tenemos Internet, por lo que tengo que ponerle saldo a mi celular y de ahí conectarme a la computadora, sí está dando mucho trabajo”, concluyó Rosalía Ávila.
La titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey), Loreto Villanueva Trujillo, descartó que se vaya a dar un regreso a las clases presenciales en este curso escolar, pero adelantó que se están preparando para regresar en el ciclo escolar 2021-2022, siempre y cuando existan las condiciones idóneas.
A un año de la pandemia, algunas instituciones educativas ya cuentan con trabajos de mejoramiento en infraestructura realizada durante el tiempo de contingencia, con recursos del programa federal “La Escuela es Nuestra”.
Entre las acciones figura la construcción de domos, techado de áreas infantiles, construcción de espacios deportivos, entre otros. A más de un año de la suspensión de clases, las aulas lucen solitarias, sin el bullicio y ajetreo que daban vida a los centros escolares.