Luego de que se anunciara la reactivación de eventos sociales en el estado y que algunas empresas y proveedores aplaudieran el anuncio, algunos actores en el sector señalaron que no todos se verán beneficiados con esta medida.
En entrevista, Evelyn Sansores, quien es dueña de un salón de fiestas, dijo que para que un salón de eventos sociales pueda ser habilitado, se debe pagar un permiso de funcionamiento de mil 500 pesos.
No verían ganancias
Mencionó que pagar ese permiso no es redituable para aquellas personas que tienen locales para fiestas infantiles, porque no ven ganancias, ya que las utilidades que obtendría se irían para pagar impuestos, energía eléctrica, así como otros gastos operativos que implica tener un local de eventos.
Sobre su caso, mencionó que su local, ubicado en la calle 67 entre 30 y 28 del centro, lleva poco más de un año que no es solicitado para un evento y aunque existe la posibilidad, explicó que no ha vuelto abrir. “Yo cobro cinco mil pesos por mi local, pero si le tengo que descontar mil 500 pesos al Gobierno por cada evento que haga, no es redituable”, indicó.
“Yo creo que (trabajaré) hasta que termine esta pandemia porque imagínate que nos pongamos a laborar y por algo que no les guste a las autoridades, nos pongan una de esas multas millonarias que están implementando”, explicó la afectada, quien dijo que el Gobierno, en vez de ayudarlos, parece que se están yendo contra ellos.
Respecto a esta situación, Erika Vega Sánchez, secretaria de la Cámara de Banqueteros y Proveedores de Yucatán (Cabapy), comentó que ese pago es un permiso que lo piden las autoridades sanitarias para que “literal nos puedan hacer una revisión y nos puedan dar la autorización para que podamos hacer el evento que deseemos”.
“Ellos van a constatar de que estamos cumpliendo con todos los requisitos que el protocolo nos exige. Técnicamente lo que hacemos es solicitar un permiso de revisión y a su vez el Gobierno manda a las personas autorizadas de la Secretaría de Salud (SSY) para hacer la revisión de cada uno de los puntos en el local”, explicó.
La entrevistada mencionó vía telefónica que los dueños de locales deben ser conscientes de ese permiso con los clientes, porque en caso de no cumplir con alguno de los requisitos, la fiesta puede ser clausurada al momento, lo que provocaría una multa, cuyo monto a pagar en dado caso de ser sancionado se desconoce.
La secretaría de Cabapy confirmó que por el momento la organización de fiestas infantiles no es muy redituable. “Realmente es muy cierto y los eventos que se puedan dar a la brevedad posible, tampoco van a ser servicios muy grandes, van a oscilar entre 50 y 60 personas”, dijo la entrevistada.
Vega Sánchez opinó que existen situaciones no muy concretas en las reglas que les proporcionó el Gobierno Estatal y por ese motivo han estado buscando el acercamiento con la Secretaría de Salud de Yucatán para ver si pueden ser más explícitos en cuanto algunas dudas que hay sobre los protocolos para eventos sociales en el estado.
Agregó que los clientes deben tener en cuenta que está en riesgo la salud de todos. “Yo creo que contra la salud no hay precio alto”, dijo en referencia a que los interesados deben considerar que posiblemente ellos deban asumir el pago de ese permiso si desean realizar algún festejo.
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