Habitantes de la localidad quedaron indignados ante la noticia de un presunto abuso de autoridad por parte de los policías municipales, tras agredir a un grupo de mujeres y jóvenes que intentaban sacar una camioneta que se había atascado en un bache.
Anoche, Bertha Irene González Navarrete denunció una presunta brutalidad policíaca por parte de varios elementos de la Policía Municipal de Kanasín, que agredieron a un grupo de jóvenes y mujeres, cuando éstos intentaban sacar una camioneta que cayó en un bache en la comisaría de Dzoyolá.
De acuerdo con la entrevistada, los hechos ocurrieron alrededor de las 20:00 horas del lunes, tras pasar la tarde con sus familiares y luego de despedirse para emprender su viaje de regreso a Mérida a bordo de una camioneta azul Nissan; sin embargo, poco después el vehículo cayó en un bache.
El incidente motivó a que los familiares de Bertha Irene salieran a apoyarla para intentar sacar el automóvil del hueco.
No obstante, minutos más tarde se presentaron agentes de la Policía Municipal. Según la entrevistada, sin motivo aparente se hicieron de palabras con los uniformados y de ahí pasaron a los golpes, lo que terminó con la detención de Elizabeth Dzib Contreras, Antony Ku y Ángel Mex.
Además, acusó a los uniformados de quitarle el celular a su hija y de la desaparición de 10 mil pesos que tenía en su cartera al momento del pleito.
"Mis primos sólo trataron de ayudarme a sacar la camioneta del bache, pero los policías actuaron con brutalidad y golpearon a todos los que se acercaron para pedirle que dejaran libres a los detenidos", aseguró.
Añadió que, a su madre, María Irene Contreras Navarrete, la golpearon en la cara porque pensaron que estaba borracha, cuando en realidad la señora se está recuperando de una embolia.
"Ya nos cansamos de que la policía de Kanasín trate así a los ciudadanos, por eso hago esta denuncia, para que la brutalidad policíaca cese definitivamente", añadió.
Bertha Irene fue entrevistada en las puertas de la Fiscalía, al lado del cuartel general de la Policía Municipal, donde acudió a ver a sus parientes y aunque no le negaron el acceso, ella tuvo miedo de ingresar por temor a que también fuera detenida, indicó.
Por su parte, varios habitantes comentaron que ya están cansados de la brutalidad policíaca, pues no confían en ningún agente, por lo que pidieron al actual alcalde que tome cartas en el asunto.