Prestadores de servicios indicaron que en estas vacaciones de verano han iniciado las oportunidades para comercios, artesanos, hoteleros y restauranteros, ya que prevén buenos ingresos económicos. Sin embargo, el Pueblo Mágico, y punto turístico destacado en la entidad, se ve afectado por las restricciones tras la pandemia.
Según informó la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), ayer se registró un nuevo caso de coronavirus en la ciudad, elevando el número de contagios de 309 a 310. El municipio de Izamal se conserva entre las ciudades yucatecas que casi todos los días resaltan en los informes gubernamentales.
Zulmi Balam Moo, trabajadora de un conocido hotel ubicado en el centro de la ciudad, compartió: “desde el fin de semana pasado hemos tenido una buena ocupación en el hotel, aunque sólo representa el 30 por ciento, hemos procurado portar nuestro cubrebocas. La gerente nos dijo que no quiere cerrar el hotel, pues eso significaría que muchos de nosotros nos quedáramos sin empleo. Siempre nos reitera que debemos cuidarnos empleando de mejor manera el cubrebocas y haciendo uso constante del gel antibacterial”.
En cuanto al sector restaurantero de la ciudad, este se encuentra laborando con un mayor y amplio servicio, sin embargo, limitado en su ocupación esto con el fin de guardar la sana distancia y los protocolos necesarios para la reducción de propagación.
Sobre este asunto, Felipe Chan Cohuo, mesero, comentó: “para entrar al restaurante, debemos aplicar gel antibacterial a la gente recién llegada, las mesas no deben estar llenas de comensales a razón de guardar la sana distancia y el local debe estar abierto. En donde trabajo es una palapa amplia, pero estos últimos dos fines de semanas tenemos que poner mesas bajo los árboles. Confiamos que el virus no pueda quedarse ahí, porque no son lugares cerrados”.
Los restaurantes y cafés de la ciudad laboran desde la mañana hasta más tardar las 20:00 horas, en que todos cierran sus puertas al público.
En cuanto a la venta de artesanías y los corredores de ventas, se apreció que, por motivo de la remodelación de la plaza principal, reubicaron a los artesanos con sus puestos a la plaza menor, llamada Izamná, en el lado Norte del centro. Martha Mukul Martínez, artesana local, señaló: “al turista le gusta siempre llevarse un recuerdo de la ciudad, pero no siempre es una artesanía o un bordado. Las ventas no han sido buenas desde hace tiempo. Ojalá de verdad que estas vacaciones los turistas que lleguen y se animen a comprar alguna de las cosas que producimos las manos izamaleñas, con esto ayudan a nuestra economía familiar”.
Los visitantes suelen subir al atrio del convento franciscano, que está abierto desde muy temprano y se cierra a las 20:00 horas. En tanto, no pueden ingresar al templo, ya que, por seguridad del mismo lugar, sólo se abre para las misas del día; esto para evitar la afluencia de personas al recinto y propiciar la contención del virus. Los feligreses, si desean entrar al templo, deben portar cubrebocas; ahí mismo se les coloca gel antibacterial en las manos. Por otra parte, no habrá acceso al Museo de la Virgen de Izamal, ni para camarín y tampoco en los espacios del convento como es el claustro y los interiores. Aun no hay fecha confirmada para el cese de todas estas restricciones.
Algunos comerciantes aplican de manera efectiva cada una de las limitaciones y se esfuerzan en crear espacios abiertos. María López, comerciante, expresó: “en este puesto de comida cuidamos mucho que todos los que vengan usen sus cubrebocas y adquieran su respectivo gel antibacterial. Incluso, se les da agua y jabón para una adecuada limpieza de las manos. Es necesario que todos asuman su responsabilidad para cuidarnos. Si no realizamos las debidas medidas de esta forma, repercutirá terriblemente en la economía, porque tendremos que cerrar y entonces ya no habrá dinero para nada, ni ganancias para solventar a la familia”.
A pesar de los cuidados de los comerciantes, pobladores señalan que no todas las personas cumplen las normas de prevención, ya que en la plaza principal de la ciudad, visitantes nacionales e internacionales caminan por el centro sin portar correctamente el cubrebocas. El servicio público, policías y demás trabajadores gubernamentales exhortan a los visitantes a obedecer las especificaciones como manera de combatir los contagios.
El mercado municipal labora en medio que, según pobladores, parece olvidarse del COVID-19, ya que la gente decide no colocarse correctamente el cubrebocas.
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La ciudad se encuentra en medio de una situación delicada a causa de los contagios por coronavirus que van engrosando las cifras gubernamentales y afectando la economía.
GH