Kekén intenta comprar consulta contra granja porcícola en Maxcanú

En un intento desesperado por perjudicar la consulta indígena que se realizará mañana domingo en donde San Fernando, comisaría de Maxcanú, en la que los pobladores votarán si desea renovar o no los permisos de operación de la granja de cerdos de Agroindustria MOBO, la empresa envió un módulo médico de Kekén, que estuvo de martes a jueves, para dar consultas gratis y ayer viernes se ofreció una charla para hablar de los beneficios que obtienen de la granja.

Un integrante del colectivo de Atención Comunitaria U Yutzil Kaj que habló en el anonimato, comentó que, durante la charla de ayer, el representante de la empresa comentó que todo estaba en regla y negó que se estén tirando las aguas residuales al monte; sin embargo, los pobladores creen que lo que ocurre, es que, a días de la consulta, están intentando comprar a la gente, para que su voto sea a favor del criadero de cochinos.

“Dio consultas, medicamentos, pero está comprando a la gente, porque en el pueblo hay un equipo de niños que juegan béisbol y les prometieron mascotas, pelotas y uniformes y la gente se vende, pero es plan con maña, porque con esto están confundiendo a la gente, porque hay quienes se prestan a este tipo de acciones”, mencionó.

Asimismo, algunos pobladores, que no eran familiares de los trabajadores de la granja porcícola, cuestionaron al representante de la granja, de por qué no acudieron a la fase informativa que realizó U Yutzil Kaj el pasado fin de semana, pero el hombre indicó que no pudieron por compromisos, además de que alegaron que la invitación se la hicieron llegar a última hora.

Cabe mencionar, que los reporteros de Por Esto!, intentaron asistir a la plática informativa que ofrecían a la población, pero fueron amenazados con “tirar plomazos”, si entraban o tomaban fotografías.

Apicultores afectados

La presencia de la granja porcícola de la empresa Agroindustrias MOBO, que pertenece al modelo de aparecería de Grupo Porcícola Mexicano, coloquialmente conocido como Kekén, ha provocado que la producción de miel en San Fernando, comisaría de Maxcanú, se haya desplomado después de que el criadero cumplió un año de operaciones en el lugar.

Lo anterior lo reveló Edgar, integrante del colectivo de Atención Comunitaria U Yutzil Kaj, agrupación que llevará a cabo la consulta indígena el próximo domingo 25 de julio en este pueblo, quien comentó que siete apicultores se han visto perjudicados por la presencia de la granja, debido a que sus apiarios están cerca de este lugar que engorda cochinos.

El entrevistado, quien no reveló por completo su identidad por miedo a represalias, dijo que el año pasado tenía 19 colonias de abejas, pero actualmente sólo cuenta con 10, ya que el resto de los polinizadores emigraron de ese lugar por razones que desconoce, una afectación que no solo vive él, sino también otros seis apicultores de esta zona maya.

“Es la primera vez que nos sucede esto (que se vayan las abejas). Estamos pensando que nos está afectado la granja que está muy cercana. El detalle de esto, es que puede que estén utilizando algún químico que está ahuyentando a las abejas porque está sucediendo lo mismo con los vecinos que tienen sus apiarios igual”, explicó el apicultor afectado.

Agregó que la producción de miel es poca en comparación de Kinchil, ya que para 2019, San Fernando produjo tres toneladas de miel, pero luego del abandono de las abejas de esta zona, tras el primer año de operaciones de esta granja de cerdos, el año pasado sólo se recolectó la mitad, ya que algunos apicultores se quedaron sin colonias de abejas.

Edgar indicó que otro factor por el cual creen que la abeja se ha ido del lugar, es a la deforestación que se realizó para la construcción de la granja, la cual está a unos 100 metros de distancia de su apiario. “Es muy limitada la floración de los árboles y en la temporada de cosecha se sacaba buena miel, pero se ha vuelto muy limitado”, dijo.

Debido a que no ha habido abundante floración como hace dos años, el entrevistado señaló que ha tenido que alimentar a sus abejas con jarabe de azúcar y, a pesar de eso, los polinizadores se van. “Les doy jarabe, plátano y también les doy tortitas de polen artificial. Eso es para mantenerlos, pero la última vez que vine, ya no estaban las abejas”, indicó.

Los apicultores de la zona le han comentado que durante los años que llevan en este oficio, jamás habían vivido una situación similar, lo que ha puesto en riesgo el sustento de familias, ya que algunos de los apicultores afectados sólo viven de los ingresos que generan entre enero y mayo, que es el periodo de cosecha de la miel en San Fernando.

“Hay quienes sí, de esto dependen. Tenemos compañeros que dependen mucho de lo que venden. Levantan y de ahí se van manteniendo un poco, porque aquí no hay un trabajo que a diario de una entrada económica”, mencionó el integrante del colectivo, motivo por el cual dijo que están preocupados por las afectaciones que está ocasionando la granja.

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Señaló que la preocupación también radica en la contaminación de 14 pozos de donde extraen agua para las abejas, así como del ganado, pero no sólo afectará a los apicultores, también a la población más cercana que es San Fernando, ya que conocen gente que ha manifestado que el año pasado las excretas y orinas de los cerdos rebosaron las lluvias.

CG