Son ya catorce entidades del país que han aprobado una Ley o reforma para garantizar el cambio de identidad de las personas trans, la última fue el Estado de México, pero en Yucatán se encuentra congelada la iniciativa que se presentó desde la anterior Legislatura.
La activista Muñeca Aguilar Martínez lamentó que este tema no haya sido aprobado en el estado y que se haya metido en la congeladora, porque no se trata simplemente de acceder a un cambio de nombre que esté acorde con la identidad sexo genérica, sino que tiene que ver con que se garantice el acceso a la salud, a la educación y al trabajo.
“Es lamentable que hasta el día de hoy nos tengan negado ese derecho y quienes quieren pueden hacerlo a través de un amparo, pero esto tiene un costo que no todas o todos pueden pagar”, comentó.
En el caso del Congreso de Yucatán desde el 2018 hay una iniciativa que presentó Nueva Alianza en la pasada Legislatura para que el Registro Civil pueda llevar a cabo el cambio de nombre y adecuar los datos de las personas trans a su realidad sexo genérica. Hasta el momento la iniciativa está en la Comisión de Puntos Constitucionales, pero no ha sido enlistada para su análisis y discusión.
Lo anterior se suma al desacato de más de seis años que mantiene el Legislativo local en torno al matrimonio igualitario pues desde el 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que mantener negado este derecho es inconstitucional.
Muñeca Aguilar recordó que, en el caso de Yucatán, desde la pasada Legislatura se presentó la iniciativa en el Congreso y en el actual ha habido respaldo, por ejemplo, de la diputada Milagros Romero. Sin embargo, dijo que, aunque la iniciativa se movía, finalmente se quedó en la congeladora.
Ahora, dijo, hay varios estados que han aprobado su ley o modificaciones para garantizar el cambio de identidad de género. Uno de los casos emblemáticos, comentó, fue la de la Ley Agnes en Puebla que se dio después de la presión social y de la lucha de las y los activistas.
Dijo que no es solo el cambio de identidad, por el simple hecho de ser una persona trans, sino que también está implicada la niñez y las adolescencias trans, que también tienen derechos.
“Aquí la verdad es que se ve complicado y no nos estamos moviendo mucho en Yucatán las que nos dedicamos al activismo, por el cambio en el Congreso que viene y las comisiones se designan hasta el mes de diciembre”, comentó.
Añadió que ella logró su cambio de identidad, pero mediante un amparo, pero es costoso y muchas personas no tienen para pagar por un proceso de esta naturaleza.
Consideró que, en el estado actual de las cosas, hay una negación constante al derecho a un nombre y a la identidad, porque la constitución está garantizado y así debería ser en todo el territorio nacional.
Explicó que no solo es cambiar de nombre sino de tener acceso al trabajo, a la salud, a la escuela, o a los recursos que puede otorgar el estado a las mujeres, por ejemplo.
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“El ejemplo es que, si el gobierno ofrece, por ejemplo, créditos para microempresarias se nos niega si nuestros papeles no coinciden con el aspecto.”, comentó.
GH