Cansada de vivir maltrato psicológico, físico y económico, María José Ávila, de origen chileno, sacó fuerzas para alzar la voz en redes sociales y poner un alto a la violencia que ejercía su aún pareja sentimental Fernando J.E.J., sobre todo porque no quería que sus hijos vivieran en un entorno donde la violencia estaba normalizada y donde estaban en riesgo sus vidas.
En entrevista exclusiva para POR ESTO!, María José de 39 años de edad comentó que conoció a su agresor en Tulum, Quintana Roo, y en 2015, al contraer nupcias con Fernando J.E.J., se estableció en la capital yucateca, donde procreó dos hijos, de cuatro y seis años, quienes la impulsaron a denunciar a su esposo.
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Sostuvo que vivió violencia desde el inicio de la relación, pero fue aumentando con el paso de los años, lo que se traducía en violencia psicológica y física. “Había amenazas de quitarme a los niños. Siempre me amenazaba que yo nunca iba a poder viajar a mi país porque me iba a demandar de secuestro”, comentó.
Agregó que la violencia también era de índole económico, ya que nunca le permitió que manejara el dinero y, otro de los motivos por el cual decidió alzar la voz fue, porque en mayo pasado el hombre estuvo en la cárcel por el delito de fraude, y que, al no poder manejar dinero, pasó momentos complicados, aún más con dos niños y no contar con apoyo familiar.
“Sí (me llegó a golpear). Fueron reiteradas y él siempre me decía que nadie me iba a creer. Para él, la violencia psicológica no es violencia. Hacía mucha tortura psicológica de que yo me encontraba sola, de que nadie iba a creer mi palabra, que yo no tenía una solvencia económica para acudir a un abogado o un psicólogo para mí y mis hijos”, manifestó con lágrimas en los ojos.
María José confesó que durante años vivió sola la violencia familiar que ejercía su esposo en su contra, ya que su familia se enteró hace unos días cuando decidió exponer su caso en las redes sociales, siento el miedo, la vergüenza, la falta de recursos, lo que la orillaron a callar durante casi siete años todo el maltrato físico y psicológico al que era sometida.
Reiteró que el motivó para alzar la voz y enfrentarse a su agresor por la vía legal fueron sus hijos. “Ninguna mujer tiene derecho a pasar lo que yo estoy pasando. Si yo seguía guardando silencio, lo que seguía eran los golpes”, comentó María José entre lágrimas al recordar que Fernando J.E.J. no le importaba agredirla ante la presencia de sus hijos.
“El menor de seis años, muchas veces le dijo: ‘Papá deja de gritar a mi mamá. Mamá no es sorda, nosotros no somos sordos’. Y es súper fuerte que un niño de seis años le pida eso a su papá”, comentó al recordar los insultos y los gritos que Fernando J.E.J. le propinaba constantemente en su domicilio.
Agregó que, durante el fin de curso escolar, su hijo tuvo la tarea de hacer un dibujo, y pintó a dos personas gritándose. “Yo no quiero que mi hijo crezca normalizando ese tipo de situaciones. No puede ser normal que un niño viva eso y por respeto a ellos, por respeto a mí, yo decidí hablar de la situación”, insistió.
“Yo acá me encuentro en riesgo, siento mucho miedo de seguir acá, temo por mi vida y la de mis hijos, pese a que Fernando tiene órdenes de restricción, por eso quiero irme a mi país, donde estaré más segura, acobijada por mi familia, la cual llora y ansía nuestro arribo, lo más pronto”, comentó María José.
Proceso legal en marcha
La vida de María José cambió el 20 de junio, cuando su pareja sentimental la sacó de su domicilio, ubicado en el fraccionamiento Altabrisa, junto a sus hijos, situación que llega a oídos del abogado Ricardo Ortiz Eljure, quien decidió brindarle acompañamiento jurídico inmediatamente, por lo que lo primero que piden la intervención de la justicia.
Agregó que un día después de que la echaron a la calle con sus hijos, lograron que el juez Ernesto Dzib Cervera emita una orden para que Fernando J.E.J. se retirara del domicilio, que reingrese a su vivienda, además consiguió la custodia provisional de sus hijos y se logró temporalmente que el agresor no conviva con los dos menores.
“Se prohibió al señor acercarse al domicilio que habita la señora y sus hijos”, comentó el litigante, quien indicó que de igual manera se prohibió que el señor amenazara a su mujer y al día siguiente, es decir, el 22 de junio acudieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) para denunciar toda la violencia que había sufrido María José desde hace años.
Agregó que la FGE le dio órdenes de protección a la chilena ese día y el 1 de julio, ocho días después se presentó el divorcio, el cual está en espera de que sea admitido, para que se pueda tramitar el traslado internacional de María José a Chile, al cual no puede viajar porque sus hijos aún son menores de edad.
“No puede salir del país porque como tiene hijos menores, el papá tiene que autorizar su salida, pero si no lo autoriza, se le pedirá a un juez que lo haga, para que la señora pueda obtener apoyo en su país, debido a que acá (en México) está sola, no tiene parientes, no tiene redes de apoyos”, comentó el abogado yucateco.
Explicó que este trámite será la próxima semana, porque los jueces están de vacaciones, pero se confía en que le sea otorgado el permiso, por la situación de violencia en la que se encuentra.
Señaló que alegarán que la víctima, solo puede ejercer su carrera en Chile, porque en México no existe el título de Tecnolomédico, también podrá obtener seguridad social, contar con apoyo de redes familiares, allá tiene un domicilio, algo que aquí no ocurrió.
Antecedentes de violencia
Ortiz Eljure comentó que, luego de casi un mes de estar lejos, el pasado 22 de julio Fernando J.E.J. arribó al domicilio donde se ubica María José y sus hijos, a intentar entrar por medio de un cerrajero, por lo que María José marcó al 911, al lugar llegó uno de los abogados del despacho defensor y se pidió la detención del agresor.
Sin embargo, no pudo ser detenido. “Yo llego y les digo a los agentes que el señor está cometiendo un delito en flagrancia con gravedad, pero los policías no más no lo detienen”, comentó el abogado, quien dijo que Fernando sacó varias de sus pertenencias, entre ellas una motocicleta con la que se retiró.
Al día siguiente, acudieron al Ministerio Público para pedir que se amplíen las órdenes de protección a favor de María José y, debido a que el caso salió a luz pública, ayer recibieron un llamado de la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) solicitando informes de lo que había pasado y abrir un expediente.
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Aunque la dependencia se ofreció a dar apoyo legal y psicológico, éste no fue necesario, debido a que ya lo cuenta la víctima y horas más tarde, se presentaron elementos del Centro de Justicia para las Mujeres, para entrevistarse con la víctima y saber del caso, además de que ya consiguieron apoyo del Consulado Chileno en nuestro país.
Mensaje para todas las mujeres
María José mandó un mensaje para todas aquellas mujeres que viven una situación similar a la de ella: “Saquen mucha fuerza y valentía. No tengan miedo a sentirse solas porque siempre va aparecer gente amable en el camino que va a ser un poco más llevadera la situación, va acompañar, va a guiar el camino”, mencionó entre lágrimas.
GH