Como resultado de los cambios en la interacción social, los avances en la tecnología y la pandemia de COVID-19, los jóvenes de Mérida identifican la falta de oportunidades en el ámbito educativo, la carencia y la precariedad de los empleos, como sus principales problemas para el futuro, señaló la investigadora en antropología social del Centro de Investigaciones Regionales (CIR) “Dr. Hideyo Noguchi”, Gina Villagómez Valdez.
“Hay limitación para entrar a universidades, hay mucha más demanda que oferta, la mayor parte de la oferta está en el sector educativo privado, entonces, los jóvenes tienen como expectativa de movilidad social la educación, pero no siempre tienen acceso a ella, lo que se vuelve uno de los principales problemas a los que se enfrentan actualmente”, comentó en entrevista con POR ESTO!.
Futuro incierto
La académica de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), indicó que como resultado de estos dos obstáculos los jóvenes cada vez más pierden la esperanza en cuanto a su futuro, situación por la que no se preocupan en tener independencia, seguridad social o un fondo de retiro para pasar su vejez.
“Al no tener estas oportunidades laborales porque no tienen la experiencia, además de que se contrajo el mercado de trabajo, no pueden independizarse de los hogares parentales, lo que ha cambiado la dinámica demográfica de estos y lo que está haciendo es que el nido vacío o la ausencia de hijos por independencia, cada vez se aleja más”, explicó la investigadora.
Violencia y corrupción
Además de estos dos obstáculos, Villagómez Valdez compartió que otra problemática a la que se enfrenta este estrato social es la generalización de la violencia y corrupción en el país, lo que también podría generar problemas emocionales en toda una generación, aumento de consumo de drogas, tabaco y alcohol, así como en los casos de violencia y suicidio.
“Esto seguirá siendo una constante a trabajar, al igual que la afectación emocional en términos de depresiones, ansiedades, generados por la falta de oportunidades y por el impacto de la pandemia, es decir, la falta de esperanza hacia el futuro, la pandemia la va a agudizar”, mencionó.
Adelantó que otro tema que afectará fundamentalmente a los jóvenes y también a las mujeres, es que las políticas del Gobierno de México llevarán a una situación económica desfavorable para estos grupos.
“Ese es digamos el nuevo modelo de juventud que encontramos en términos sociolaborales, económicos y demográficos”, argumentó la académica del “Hideyo Noguchi”.
Transforman amor romántico
Finalmente, la doctora identificó cómo el actual modelo de la juventud yucateca, prioriza el seguir estudiando como una forma de profesionalizarse, encontrar mejores oportunidades y movilidad social, tener un empleo para alcanzar sus metas a través del emprendimiento, conseguir una pareja estable sin contraer compromiso conyugal y tener hijos en menor cantidad o incluso no tenerlos.
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“Veo una desromantización de la relación de pareja entre los jóvenes, el amor romántico se está transformando en relaciones más democráticas, más parejas, más de sociedad, más de tener proyectos conjuntos, en lugar de fijarse exclusivamente en el amor romántico, eso es algo me parece totalmente positivo”, concluyó Villagómez Valdez.
GH