Por segunda semana consecutiva, la costa progreseña se vio atiborrada con más de 5 mil turistas; sin embargo, en esta ocasión la Policía Municipal fue protagonista de la jornada dominical en la costa del puerto, pues desde temprana hora de la mañana se registraron invasiones a la playa restringida del Malecón Internacional, e incluso se retiraron tres restaurantes clandestinos en la zona Oriente del “playón”.
Parte de lo que aconteció a primeras horas del cierre de fin de semana fue un serio embotellamiento en las entradas de Progreso, Chicxulub y Chelem, con filas de automóviles que llegaban incluso a los 500 metros en algunas zonas. Misma afluencia vial se presentó en las estaciones de camiones y colectivos de la ruta Mérida-Progreso, ya que familias enteras acudían al transporte público en busca de su pasadía frente al mar.
“Estos días son los que nos obligan a doblar turnos, hay una notable llegada en comparación con el año pasado; ahora estamos volviendo a presenciar números similares, están saliendo camionetas de manera fugaz, en dos horas se va una flota de hasta 15 vehículos. Nos asombra porque el registro de usuarios es similar en sábado y domingo, incluso al viernes, y eso que están cerradas las playas”, indicó Fernando Chan, conductor de la estación local.
La entrada de los bañistas al área de arena comenzó a suscitarse desde las 10:00 horas, luego de que fueron avistados deportistas trotando en la orilla del mar y algunos navíos transitando a pocas millas de la arena, esto provocó una intervención de los agentes policiacos, quienes de paso aseguraron toda la Prolongación restringida, pues varias hileras de cinta amarilla quedaron regadas en el pavimento a causa de los mismos visitantes.
“Cuando entramos a la playa nadie nos dijo que no se podía pasar, es una pena porque si queríamos venir a Progreso, incluso en Internet ya habíamos visto fotografías de las nuevas instalaciones y la distinción blue flag, nos pintaron en la agencia a Progreso como un sitio paradisiaco y si es verdad, lo malo es que en ningún lado se indica que están cerradas las playas”, expresó Alejandra Márquez, turista de Ensenada, Baja California, quien se encontraba visiblemente molesta tras su respectiva llamada de atención.
Por su parte, los restauranteros, en notable diferencia respecto al pasado viernes donde varios trabajadores afirmaron bajas ventas, por el contrario, ahora llenaron toda la periferia con sus mesas, las cuales fueron colocadas dentro y fuera de sus establecimientos.
“El descenso del viernes tal vez fue porque la quincena a la mayoría de la gente no le había caído, el turista local, que es del que nosotros agarramos para sostenernos en esta parte final del Verano, es como cualquier padre de familia yucateco, es decir, tiene gastos y se comprende, pues hasta que hay dinero en la bolsa puede gastarse, y hoy se mantuvo la asistencia; incluso, pasadas las 12:00 horas me tocaron casi 10 mesas con propinas arriba de los 50 pesos”, informó Gabriel Catzín.
Dentro de lo resaltante del día, se destacó una clara afluencia de aproximadamente 30 norteamericanos, quienes, ante la negativa de poder pasar a la playa, optaron por situarse en los restaurantes de sus paisanos, ubicados en la salida del Malecón Tradicional.
En el caso del Internacional, de la calle 84 hasta la 108, al Poniente de la ciudad, se tuvo menos mano dura y las familias acudían a sentarse en grupo frente al mar, aún con la presencia de varios elementos de la Policía Ecológica y Municipal.
Durante el día también se tuvo un promedio de hasta 40 personas que se vieron acompañadas de los atletas del certamen “Mr. Playa”, llevado a cabo a solo dos cuadras de la entrada a este sector de la ciudad.
Dentro de lo negativo, se encuentra la relajación de las medidas de vigilancia a cargo de grupos de rescatistas de tortugas en este punto de la playa, pues hubo registro de múltiples motorizados invadiendo el área de anidación de quelonios.
Asimismo, también se comentó que los turistas acuden a los puertos aledaños por la falta de actividades en el Malecón, y es que una gran cantidad de visitantes optaron por tomar transporte público o vehículos propios para asentarse dentro de las comisarías de la cabecera municipal, como es el caso de Chelem, Chuburná o Chicxulub.
En Chelem se registró una afluencia superior al millar de almas en toda su costa, personas que acudieron a aprovechar su arena limpia y aguas cristalinas. Lamentablemente, la sana distancia dentro y fuera del agua no fue prioridad para los bañistas, ya que se atestiguó poco uso del cubrebocas y filtros de higiene entre los asistentes a las comisarías.
“Nosotros les decimos, invitamos, exhortamos y no más no, la gente ha dejado claro que no le interesa; queremos mejores condiciones, pero no se puede, yo a veces trabajo con miedo porque no se sabe quién está enfermo y quien no”, manifestó Abril Pat, mesera de una marisquería del puerto.
Celestún con gran flujo de visitantes
Prestadores de servicios turísticos de este puerto, ubicado al Poniente de la entidad, colindante con el vecino estado de Campeche, coincidieron en que llegaron para vacacionar en este antepenúltimo domingo de la temporada, unos 7 mil visitantes.
Genaro Canul, de una organización dedicada a dar paseos en bote en la Ría hacia los diferentes atractivos naturales, dijo que, aunque la mayor parte de la mañana la afluencia se mantuvo floja, se disparó por la tarde hasta las 16:00 horas.
.La mayor parte de los visitantes que llegaron este domingo a Celestún, provienen de municipios como Mérida, Hunucmá, Tetiz, Kinchil, Maxcanú, Halachó, entre otros.
Margarita Cuxim, de la comisaría de Chunchucmil, municipio de Maxcanú, dijo que viajó a este lugar en una excursión que los domingos durante la temporada veraniega, organizan en su comunidad.
Afirmó que llegó junto con su marido, sus cuatro hijos, su cuñada, suegra, y algunos pobladores. La entrevistada indicó que apenas llegaron, su familia se metió al mar por el calor y la brisa.
Derrama económica para comercios
En esta temporada vacacional, según informaron comerciantes, se incrementó el uso de salvavidas de nylon, que están elaborados con figuras diversas, lo mismo que pequeñas balsas como kayaks, confeccionadas con el mismo material, dejando ganancias de hasta 400 pesos por día durante los fines de semana.
Varios puestos de venta funcionan a la orilla del mar y en los comercios del Centro de la urbe.
Lorenzo Covarrubias, vendedor foráneo de equipos y vestuarios de playa, como shorts, sombreros, sombrillas, artesanías, y demás, también coincidió en que la jornada dominical comenzó baja por la mañana, y se intensificó por la tarde.
Los restaurantes de la orilla del mar, así como los establecidos en la calle 12, se mantuvieron repletos de comensales casi en todo momento y reportaron hasta un 50 por ciento de ganancias a comparación de otros fines de semana.
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GH