René Echeverría G. Cantón, presidente del Sistema Producto Pulpo de Yucatán, señaló que hay por lo menos siete mil embarcaciones pescando pulpo y sólo la mitad tienen permiso, lo que muestra que hay una gran demanda del producto y es necesario que se abran dos periodos de captura al año, en febrero y marzo, y de agosto a noviembre, uno más del existente
Dijo que se trata de un tema no sólo empresarial, sino de índole social, porque es una de las especies que sostiene la economía de los pescadores y como está la veda al día de hoy son siete meses, que resultan muy largos, pero se sigue pescando de forma ilegal.
El también delegado de la zona poniente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola en Yucatán (Canainpesca), dijo que el motivo de establecer la veda es cuidar la especie, la reproducción, pero por la alta demanda, cuando se abre la temporada, se está pescando tres veces más de lo normal.
“Si no se revisa este asunto, va a pasar lo que con el pepino de mar y se va a dar una sobreexplotación, porque van a venir más pescadores, más lanchas, porque es como el pepino, deja dinero y no hay vigilancia”, expuso.
Por lo anterior, señaló que es viable y se necesita que haya dos periodos al año de captura de pulpo, del 15 de agosto o 15 de septiembre al 30 de noviembre, y durante los meses de febrero y marzo.
Apuntó que la temporada de pesca que empezó el pasado 1 de agosto arrancó bien, “la gente está trabajando, está ganando dinero”.
Expuso que a la fecha hay unos 3 mil 800 permisos para la pesca de pulpo, pero hay más de siete mil embarcaciones en la costa y trabajando, sin que se les impida pescar a los que no tienen permiso.
“Hoy una temporada de pesca no es suficiente por la cantidad de pescadores que han permitido las autoridades, por el incremento de la pesca ribereña. No hay permisos y hay siete mil embarcaciones en la costa, mucha gente flotante, muchas personas que necesitan comer y no se puede tapar con un solo dedo”.
“Al no haber permisos y no haber una apertura legal, los que se hacen de dinero son los que están dedicados a la ilegalidad”, dijo.
Añadió que la gente está pescando y saber si funciona que haya dos temporadas de captura solamente se sabrá si se hace la prueba, porque “lo que no se mide no funciona y como no tienen la tecnología para medir si hay o no pulpo, la gente sigue pescando, tiene necesidades”.
“Si no lo resolvemos nos va a pasar lo mismo que el pepino de mar. Si no abrimos a tiempo, si no abrimos una temporada, si no damos los permisos, si no nos sentamos a regular como es, la pesca va a estar en manos de la ilegalidad”, expuso.
Echeverría G. Cantón dijo que mucho se discute que hay que cuidar la especie, pero por otro lado se permite que salgan más de siete mil embarcaciones a pescar el producto.
Añadió que como la temporada del pulpo es “la temporada del pueblo”, no se toman acciones, no se le impide pescar a los que no tienen permiso, porque la gente necesita trabajar y el gobierno no les puede dar apoyo.
Explicó que actualmente la temporada de pulpo es del 1 de agosto al 15 de diciembre, que son cuatro meses y medio, pero en realidad no se trabaja todo este tiempo por los frentes fríos, nortes y demás fenómenos que azotan.
Entonces, dijo que cuando arranca el 1 de agosto hay mucho pulpo que está pequeño, que no se ha desarrollado y esto afecta a la especie y también al comercio porque son pulpitos de talla pequeña.
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Por ello, dijo que lo mejor sería empezar el 15 de agosto o hasta septiembre y para dar tiempo a que tenga mayor tamaño y que termine en noviembre que es el mes en que se reproduce, se le darían algunos meses, y que se haga una nueva temporada en febrero y marzo, cuando ya hay biomasa nuevamente.
GH