El incremento del 20 por ciento al salario mínimo, aunado a la inflación, no originará en la entidad una ola de despidos ni cierre de empresas. Sin embargo, estas últimas deberán manejarse adecuadamente para no afectar su operatividad, opinaron empresarios.
“En el tema del salario mínimo hay que ser muy responsables”, afirmó Jorge Charruf Cáceres, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra). “Se debe apoyar a los trabajadores para que recuperen el poder adquisitivo, que tendría que ser mayor al tema de la inflación”, expuso.
Pero a la vez, indicó que “debe haber una media entre que los colaboradores puedan tener esa recuperación sin que las empresas se vuelvan inoperables y se pierdan las fuentes de trabajo”.
En ese punto, recordó la cantidad de plazas laborales que se han generado en el estado, lo que supone un avance económico.
“Si nos vamos a las cifras de empleo, antes de la pandemia teníamos unos 386 mil, que se redujeron a 360 mil, y actualmente llevamos 416 mil formales”, valoró.
“Para que la recuperación sea real, se deben tomar medidas buscando una media”, reiteró y agregó que “así como se están buscando mecanismos para apoyar al trabajador, igual se deben implementar unos para que las empresas sean más productivas”.
Iván Rodríguez Gasque, titular de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) tuvo una opinión similar, apuntando a los negocios pequeños porque la inflación es una atenuante que siempre estará presente.
“No creo que haya una ola de despidos ni mucho menos, pero sí se tendrá que manejar con cuidado”, agregó. “Muchas empresas han hecho esfuerzos muy importantes para no aumentar precios y es complicado porque no es solo hacerlo, pues puedes subir precios y luego por eso dejas de vender”, explicó.
Propuesta de aumento
El dirigente recordó que, tras dos años de incrementos por arriba del 20 por ciento al salario, los sectores económicos de Yucatán habían propuesto para el siguiente año un aumento del 15 por ciento al salario mínimo.
“En el 2023 vamos a tener un impacto mayor, pues muchos que han aguantado van a tener que modificar sus precios”, opinó, en espera que ese aumento no sea tan significativo en el primer semestre del próximo año.
Lo que es un hecho es que la inflación, que está por llegar al 9 por ciento en el estado, pinta para crecer. “No me atrevería a decir una cifra, pero es claro que el inicio de año será complicado”, concluyó.
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JG