La ola de maltrato animal se acrecienta en la Ciudad de Reyes, ayer envenenaron a siete perros y gatos en el puerto de El Cuyo, habitantes contactaron a la Fundación Bienestar para averiguar si había alguna campaña de exterminio de perros y gatos en este lugar, ya que varias mascotas murieron al ingerir alguna sustancia letal.
Los pobladores denunciaron que esta semana, al menos siete perros e igual número de gatos callejeros y con dueños fueron su envenenados en ese puerto.
Al respecto, la presidenta de la fundación, Lucy López, explicó que en esta cabecera municipal y las comisarías se han estado registrando casos de crueldad animal y lo que reportaron los habitantes de El Cuyo es aún más grave, pues, al parecer, alguna persona está atentando contra la vida de los animales, “lo más peligroso es que si estas mascotas después de ingerir algún veneno van con los dueños o niños y éstos tienen contacto con la saliva, podrían resultar también intoxicados, tal como se registró hace más de 10 años en esta ciudad con un niño que fue lamido por su perro después de haber consumido Lannate, el pequeño tuvo que ser hospitalizado”.
Desconocen al “verdugo”
Se desconoce quién ha estado exterminado los perros y en varios puntos los animales han muerto por esta causa, los habitantes aportaron fotos a la fundación a fin de que queden registrados los hechos.
Lucy López agregó que los casos más recientes se registraron en la comunidad de Sucopo, al igual que en la Colonia Yucatán, pero hasta la fecha no se han detectado las personas que mataron animales con veneno en las calles o lanzaron al interior de los predios algún cebo con Lannate.
La defensora de los derechos de los animales lamentó que varias sustancias tóxicas, entre ellas el Lannate y monitor, se venden libremente en las veterinarias y mucho de estos venenos están siendo utilizados para otros fines, como para matar a los animales tanto mascotas como los del campo, y lo más riesgoso es que varios humanos las han usado para suicidarse.
Una vez más, la activista insistió en la importancia de que se regule la venta de estas sustancias tóxicas (venenosas), para lograr que se apliquen en el control de plagas agrícolas y no para fines que atenten contra la vida.
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CC