Los lotes de inversión son el nuevo 'boom', de acuerdo con Enrique de Jesús Trava Graffin, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), quien asegura que estos generan ganancias millonarias e incalculables.
Un lote de inversión en Mérida va de los 25 mil hasta los 300 mil pesos, pero se dan casos de 500 mil; y la utilidad que se obtiene es elevada, incluso se dan el lujo de otorgar comisiones a quienes trabajan en estas ventas de 10% y 20%, por eso mucha gente vende lotes en el monte, desde páginas de internet, ofreciendo proyectos irrealizables.
En Yucatán, el 59% de los terrenos que se venden en línea se encuentran fuera de los perímetros, 17% en el primer contorno y el 10% en el segundo perímetro, de manera que sólo 14% de la oferta de tierras se encuentra dentro de las zonas urbanas.
En pocas palabras, el 86% de los terrenos para construcción que se venden en Yucatán están fuera de la urbanización, de acuerdo con el Reporte Anual de Vivienda 2021 del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), donde se afirma que la gente compra sin conocer desde páginas de internet.
Esa es la razón por la que el negocio ha crecido tanto que existen ciudades de lotes vendidos en el monte donde no llegan los servicios, ni siquiera cuentan con calles en buen estado, razón por la cual se considera un fraude.
Este negocio se ha visto desarrollándose en 11 municipios que rodean la capital, en la zona costera y en las principales ciudades del interior, donde las autoridades municipales permiten operaciones a través de “oficios de división”, sin la debida planeación, sin los Programas de Desarrollo Urbano o Programas Municipales de Desarrollo, explica la AMPI.
Los loteros ganan millones y tal vez no piensan que hacen daño, sino que lo toman como un negocio redondo, la diferencia radica en que las ganancias son directas y grandes en vez de la formalidad de los grandes proyectos, donde el retorno de inversión puede ir de 10% a 18% luego de cubrir trámites y cumplir con las leyes.
Se calcula que un proyecto inmobiliario que si es legal, sigue todos los caminos, desde licencias hasta permisos ante el INAH y el Gobierno del Estado, pero pueden durar de seis meses a un año, en cambio, los fraudes de loteros se llevan mucho dinero en tan poco tiempo, quienes se aprovechan de los vacíos legales de los municipios.
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CC