Reubicar las granjas porcícolas de Yucatán disminuiría el impacto ambiental: Pronatura

Ante las afectaciones que se han producido por las granjas porcícolas en Yucatán, debido a la contaminación del manto freático que producen las heces de los animales, la directora de Pronatura Península, María Andrade Hernández, señaló que el conflicto entre las mega granjas y las comunidades podría acabarse con seccionar la tierra y reubicar estas empresas, alegando que, la tierra puede ser explotada sin destruirla.

Sin embargo, comentó que se tendría que exponer leyes y seguir protocolos, afirmando que no es difícil beneficiar a ambas partes si se sabe hacer, permitiendo el desarrollo de las empresas sin tener un impacto severo en el medio ambiente.

La asociación civil trabaja con situaciones medioambientales no solo en el Estado sino a nivel nacional desde hace más de 30 años, trabajando en tres escalas, Península de Yucatán, áreas (que pueden ser área natural protegida que es un esquema de conservación en México) y con los ejidos y comunidades.

Andrade Hernández afirmó que, los humedales y selvas bien conservados, el 70 por ciento son propiedades de las comunidades rurales, por lo que alegó, que algo que han aprendido en toda la trayectoria de la organización, es que si queremos conservar la biodiversidad, el agua y las especies, se tiene que trabajar con los dueños de la tierra, que tienen que tener un beneficio tangible.

“Cada municipio tendría que tener un ordenamiento por ley, hay instrumentos de gestión que nos permite minimizar los impactos entre actividades como en este caso la crianza de puercos, estos instrumentos se llaman ordenamientos estatales, ordenamientos municipales y también hay ordenamientos comunitarios, esto quiere decir que en un espacio geográfico dependiendo de la ubicación del suelo la sociedad tiene que ponerse de acuerdo, de cómo usar el espacio geográfico”, explicó.

Tras la afirmación de que las granjas porcícolas cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales y tienen biodigestores, donde una investigación realizada por la UNAM menciona que hay varios indicios que demuestran su ineficiencia y que los desechos van a parar a las reservas de agua que utilizan para la agricultura y consumo humano, la directora señaló que, como Pronatura, han hecho hincapié a que se realicen actividades productivas con el menor impacto ambiental posible, y en casos específicos como el de Homún con las mega granjas porcícolas, lo que han recomendado a las autoridades es que, los ordenamientos del uso del suelo se hagan de tal manera que estén en función de la vocación.

“Qué quiere decir esto, si este pedazo de terreno no es apto para agricultura, pues no hagas agricultura ahí, si este otro no es apto para la ganadería no lo hagas ahí, pero si este es apto para turismo y donde está el turismo es apto para poner la ganadería hay que hacer una reestructuración, y convertirlo en una política pública para que la actividad que hagas en un lado no te afecte en el otro y todo se haga con una armonía, no solo es decir no lo hagas, pero sí decir aquí no puedes hacerlo, pero aquí sí y eso evitaría muchos conflictos no solo entre las partes afectadas, sino también con el medio ambiente” aseveró.

Andrade Hernández comentó que, las autoridades deberían elaborar y actualizar estos instrumentos de gestión, sobre todo a nivel municipal, porque si alguien quiere hacer un proyecto tiene que pedirle permiso al municipio, ya que se tiene que pedir el uso del suelo, a nivel federal en el caso de las mega granjas porcícolas, hay leyes que dictaminan lo que tienen que tener los desechos que se tiran.

“Si ya existen estas leyes, pero no se aplican de qué sirve que existan, por lo que los tres principios básicos son, organiza tu territorio, aplica la ley de tal manera que los conflictos entre diferentes actividades no se tengan y minimizar los impactos ambientales a los recursos naturales” indicó.

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CC