Ante la contaminación que ocasionan las granjas porcícolas en Yucatán, el presidente Andrés Manuel López Obrador, informó que hasta el momento en la Península se han clausurado cinco espacios de crianza de puerco por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el caso de Yucatán, las comunidades donde fueron cerradas las granjas, son: Kinchil, Opichén, Mérida, Maxcanú y Homún, esta última en mayo del 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó la suspensión definitiva de la granja de PAPO, por señalamientos de contaminante.
Noticia destacada
Ambientalistas de Homún confirman amenazas tras protesta contra granjas porcícolas
De acuerdo con Semarnat, las inspecciones derivaron clausuras “por no contar con las autorizaciones en materia de impacto ambiental, por las afectaciones a la biodiversidad, por no presentar los resultados de sus descargas de aguas residuales, y una inadecuada gestión y manejo de sus residuos peligrosos”.
Apenas el martes, un juez negó el amparo interpuesto por la empresa PAPO, filial de Kekén, que busca reabrir su granja en Homún, basado en tres puntos, entre ellos que planta de tratamiento de aguas residuales no estaba concluida al momento de iniciar operaciones, y no incluir la reparación del daño.
Durante la conferencia Mañanera, el Presidente dijo que se está haciendo un trabajo para buscar el equilibrio entre la producción de alimentos y el cuidado del medio ambiente.
“Tenemos que cuidar la Península porque es un medio ambiente muy rico en flora y fauna, los ríos subterráneos, los cenotes. Es la región en donde se asentaron las antiguas culturas, en especial la cultura maya, hay muchas riquezas culturas y bellezas turísticas”, destacó.
López Obrador recordó que, desde años atrás, se desarrollaron las granjas de cerdos, la porcicultura, que “tiene que ver con una tradición alimenticia de toda esa región”. Expuso que ante la demanda ha crecido la producción del cerdo; sin embargo, este debe ser con desarrollo sustentable. “Sí, son empleos, produce alimentos, pero hay que procurar no dañar el medio ambiente”.
Hizo mención a manera de ejemplo a sitios como Río Lagartos, Progreso y Sisal, resaltando su importancia; al igual que la de los ríos subterráneos y cenotes que pueblan el territorio yucateco.
AMLO dijo que se trata de buscar un equilibrio, pues reconoció que la porcicultura es una actividad que se ha desarrollado en el estado. Esto lo atribuyó a la tradición alimenticia que existe en toda la región, una de las mayores consumidoras de carne de cerdo.
“No había producción de cerdo suficiente para la demanda, primero en canoas los compraban en Chiapas y Tabasco para llevar a Yucatán. Pasó el tiempo y ya con las carreteras se llevaban del centro del país, que eran las zonas productoras”, detalló.
De repente, continuó, por el puerto de Progreso, con la entrada de alimentos, comenzaron a crearse las granjas de cerdos. Además, dijo, se protegió el mercado.
“No podía uno entrar a Yucatán con un sándwich o una torta de algo que fuese hecho con carne, esto para proteger su producción avícola y de cerdos. Todo un plan de sanidad animal”, sentenció el presidente.
Mientras los neoliberales abrían las fronteras de manera indiscriminada y sin límites estratégicos de ningún tipo, prosiguió, Yucatán protegía sus fronteras; y por eso, consideró, creció la industria porcícola.
“(Creció) al grado que, en vez de comprar los cerdos en otros Estados, ahora son los que los venden y los exportan, pero ya se está rompiendo el equilibrio; y como en todo, hay que buscar el desarrollo sustentable”, advirtió.
Para AMLO esa es la labor que tiene la Semarnat, pues pese a que se trata de una industria que genera empleos, opinó que se debe procurar no dañar el medio ambiente en Yucatán.
Finalmente, mencionó la participación de los ambientalistas en los temas relacionados con el daño en la región, y que no sólo se trata del Tren Maya como se ha hecho creer en los últimos meses.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
JG