Por iniciativa propia, una persona de la Ciudad de México, Elvia Rosa Martín del Campo, se fijó la meta de recabar 50 mil firmas electrónicas para respaldar una petición que hará ante la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores, para el cierre definitivo del parque Xibalbá, del Grupo Xcaret y la restitución del daño causado a los ocho cenotes.
Por el momento, lleva más de 35 mil firmas electrónicas y apenas alcance las 50 mil hará el corte y preparará la carta que entregará a la funcionaria de la Semarnat, porque como ciudadana le interesa la preservación del medio ambiente y el cuidado de la belleza natural que tiene la Península de Yucatán.
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La recaudación de firmas lo empezó hace un par de semanas y lleva un buen porcentaje de respaldo, por ello también solicitó a organizaciones civiles que se sumen a este esfuerzo para que pronto se pueda alcanzar la meta.
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POR ESTO! ha publicado ampliamente que el proyecto del parque Xibalbá, del Grupo Xcaret, está causando daños a ocho cenotes y a la flora y fauna la zona de Yalcobá, por lo que la Semarnat suspendió la obra y advirtió de un cierre definitivo.
Elvia Rosa Martín del Campo es de la capital del país, pero su interés por Yucatán y por el daño que está causando el Grupo Xcaret nació porque hace cinco años inició la redacción de una novela histórica que busca retratar la vida de Campeche del Siglo XVII, a partir de eso ha realizado muchas visitas a los tres estados que componen la Península.
Dijo que viajó a Yucatán para conocer y observar la naturaleza, el buceo en cavernas y le llamó la atención el atractivo natural que significan estos ojos de agua y la importancia que tienen como fuente natural del manto acuífero de la región.
“Desde ese momento nació mi amor por Yucatán, por la cultura maya y por la naturaleza de manera especial”, subrayó.
Con las firmas que está recabando, pedirá el cierre definitivo del parque y la restitución del daño causado a los cenotes y también busca sentar un precedente de que los empresarios no pueden hacer lo que quieran, que no pueden intervenir en la naturaleza y dañarla a su antojo, porque la formación de los cenotes llevó miles de millones de años.
Insistió en un llamado a las organizaciones civiles que se unan al proyecto de defensa de la naturaleza de Yucatán, de los cenotes y del medio ambiente en general, para que la petición que está elaborando no sea aislada, sino bien respaldada.
Dijo que Xcaret es una empresa poderosa que compra tierras y cenotes y elabora proyectos, como los ocho que tiene en la Riviera Maya, sobre la carretera a Playa del Carmen, en Quintana Roo.
“Por mucho que digan que son una empresa responsable o ecologistas, están haciendo un grave daño y están vendiendo una visión romántica de México y de Yucatán, con espectáculos bonitos, pero modificando la naturaleza”.
Tal como publicó este medio, las alteraciones son a ocho cenotes: Tres bocas, Zopilotes, Estalagmitas, Tres labios, Guayas, Vaquería, Pastizales y Pilón. En estos sitios, Xcaret estableció ecosistemas artificiales, pasillos de piedra y cemento, abrió túneles internos de 1.2 hasta 8 metros de ancho y canales de navegación para kayacs.
Asimismo, la empresa barrenó laja calcárea hasta llegar al manto freático, hizo instalaciones eléctricas y la utilización de material distinta al original de las cavernas, varias de esas obras, además del daño a la naturaleza no fueron reportadas tanto en su interior como en su exterior.
Elvia Rosa Martín del Campo resaltó que la empresa Xcaret argumenta que crea empleos, pero puede hacerlo de otra manera, sin dañar la naturaleza, pero además son empleos muy bajos, de cinco a seis mil pesos mensuales, mientras que ellos obtienen ganancias millonarias, estratosféricas.
“Ahora me enteré que están argumentando que no pueden cerrar Xibalbá porque estarían perdiendo dinero en la obra (se sabe que han invertido mil millones de pesos). Sin embargo, añadió, están mintiendo a la Semarnat porque nunca han hecho una MIA y eso “está mal”.
“Comprar un terreno y hacer lo que quieran, es un dilema muy fuerte, eso me recuerda al señor Thompson, quien realizó las exploraciones a Chichén, él compró las tierras y se robó todo, y esa actitud no ha cambiado mucho a pesar de los años”.
“Esto a la larga perjudica a los jóvenes, pues el que no conoce su pasado no sabe quién es ahora y tampoco hacia dónde va, lo que hay que hacer es educarnos para apreciar la naturaleza, las cavernas y las zonas arqueológicas.
''Queremos disfrutar de la naturaleza tal como está, no queremos nada como Disneylandia”, afirmó.
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CC