Parque Xibalbá: Empresarios y ambientalistas de Yucatán exigen a Grupo Xcaret cumplir la ley

El presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán (CETUR), Jorge Carrillo Sáenz, exigió que las empresas que invierten en Yucatán “cumplan la ley”, al referirse al tema del parque ecoturístico que Grupo Xcaret construye con el nombre de Xibalbá, y que fue clausurado a finales de marzo pasado por la Profepa.

Por su parte, la ambientalista Maritza Morales Casanova, presidenta de HUNAB Proyecto de Vida, A.C., reafirmó que es primordial anteponer el cuidado del ambiente sobre los intereses del dinero; ambos hablaron en el marco del foro “Sostenibilidad en la industria y el turismo”, que se llevó a cabo en el Centro Cultural Olimpo, en Mérida.

Carrillo Sáenz dijo que Xibalbá es un proyecto grande que genera derrama económica y empleos y que ojalá que el problema se resuelva entre los empresarios y las autoridades.

“Como cualquier empresario, el Grupo Xcaret tiene que cumplir los requisitos que marca la ley y ojalá que se resuelva lo más pronto posible, porque el proyecto es importante, en torno a él, allá en Valladolid, hay muchos otros negocios que pueden desarrollarse”, dijo el empresario.

“Veo difícil que un empresario haya invertido muchos recursos sin los permisos”, opinó.

En el foro, Morales Casanova señaló que es imperativo que empresas de ese tipo cuiden el medio ambiente y no dañen los mantos acuíferos.

POR ESTO! dio a conocer que Grupo Xcaret dañó ocho cenotes de Valladolid al realizar perforaciones en la laja, en su proyecto Xibalbá, en Yalcobá, comisaría de Valladolid, causando afectaciones irreparables a la flora y fauna, al abrir canales en la roca y conectarlos a través de un río subterráneo. Los cenotes afectados, lo que motivó la suspensión de la obra y la advertencia del cierre definitivo, fueron en los cenotes Tres Bocas, Zopilotes, Estalagmitas, Tres Labios, Guayas, Vaquería, Pastizales y Pilón.

Afectación

La ambientalista mencionó que “en el caso Xcaret tiene aspectos positivos, pero también matices controversiales y aspectos que afectan al medio ambiente, como todas las empresas. Yo prefiero no hablar en contra de una en particular, sino que de verdad analicemos todos los sectores que hay y cómo ha sido parte de la cultura mexicana”.

“Yo me acuerdo en la universidad, cuando nos empezaron a hablar de externalidades, era la gran novedad, que teníamos que meter al costo de la empresa el daño que hacíamos al medio ambiente, eso es en los años 2000, hace 20 años. Qué barbaridad que el desarrollo económico, desde un principio, no concibió la afectación ambiental como algo prioritario para que pueda haber conservación y pueda haber armonía en términos económicos”, resaltó.

Morales Casanova, quien fue laureada de los Premios Rolex a la Iniciativa y Exploradora Emergente de National Geographic y con maestría en artes de la enseñanza de las ciencias biológicas, egresada de la Universidad de Miami-Ohio, becada por la Universidad y el proyecto Dragonfly, con un portafolio especializado en educación y cambio climático 2017-2020, señaló que el problema no sólo es Xcaret, sino que la mayor parte de los casos de contaminación del agua tiene su origen en la ignorancia.

“La falta de conocimiento sobre medio ambiente, no sólo del empresario o del grupo sino de las autoridades, que no hay implementación porque existe legislación buena en nuestro país, pero hay que saber también aplicarla”, señaló.

Dijo que también hay el mismo desconocimiento de la población para defender su propio patrimonio natural, entonces vemos que el problema es complejo, hay una fragilidad en la Península, nuestra agua dulce es subterránea, nuestro acuífero es frágil, pero lo que pasa es que desde hace tiempo lo venimos contaminando.

“Se usan los cenotes como si fueran sumidero y poco a poco las comunidades se han ido enterando, yo he estado en comunidades que han cambiado y que protegen esos reservorios de agua. Entonces aquí lo más importante es la educación, vamos a aclarar términos como sustentable y sostenible, creemos que por no usar popotes ya protegemos al medio ambiente  y es algo mucho más complejo”, expuso.

La ambientalista señaló que las autoridades deberían aplicar mayor vigilancia y disponer de mayor presupuesto para este sector de trabajo.

“No sólo debería de haber más vigilancia, debería de haber más presupuesto porque uno de los sectores más castigados es el sector ambiental. Cuántos inspectores tiene Profepa, no sé la cifra, quizá cuatro o siete, entonces el tiempo que tarde para averiguar qué sucedió en un punto del Estado y en cuanto tiempo mueven esa persona o a las pocas personas disponibles para llegar a otro punto, le estamos exigiendo a un sector que no tiene suficiente presupuesto para la implementación de la ley”, dijo.

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JG