El regreso a las clases presenciales terminó afectando a los niños de primer grado del turno matutino la escuela Maniobras Marítimas de Progreso, pues varias madres de familia aseguran que sus pequeños han padecido bullying y las autoridades educativas hasta ahora no han respondido ante este asunto.
“Mi hijo antes lloraba por regresar a su escuela y ahora lo hace pero para no ir a clase. Hay mucha agresión que da de qué hablar, a mi pequeño le tiraron jugo en su mochila y lo empujaron, es urgente que se haga algo porque el problema solo está creando estrés en los niños”, indicó Milagros Barco, una de las quejosas.
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Se enfatizó que el problema no es de un solo niño, sino que varios escolares han sufrido el abuso de otros compañeros, sobre todo a la hora del descanso, a pesar de que este momento de recreación entre clases suele ser de corta duración.
“Mi hija le tiene terror a su escuela, no me lo quería decir, pero tras insistir mucho al ver que lloraba, cuando íbamos en auto a la escuela me relató todo lo que le pasaba. Se debe poner freno a esto porque este retorno tanto mi niña como sus compañeros lo deseaban, ahora que se pudo desean solo estar en la casa”, protestó otra entrevistada que prefirió omitir su nombre.
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También se añade a los comentarios de las madres entrevistadas que otra tutora y ama de casa sí logró presentar una queja, pero hasta el momento no hay solución para los choques entre compañeros, en los que los perjudicados están viendo la escuela como un obstáculo para su bienestar infantil.
“Hemos platicado esto con otras mamás y no vamos a quedarnos sin resolver el asunto. La maestra de los estudiantes no hace nada para resolverlo, porque hemos exhortado a los niños a acusar, pero cuando lo hacen no reciben atención, no hay respuesta de sus tutores educativos”, agregó.
Esta institución educativa se sitúa en la calle 27 entre 82 y 80 de la colonia Centro y es junto con las primarias Mártires de Chicago e Ismael García de las más antiguas de la ciudad, así como también una de las que mayor matrícula tiene con más de 500 alumnos.
Hasta el momento, éste es el primer plantel donde a escasas semanas de haber iniciado las clases en el modo tradicional se escucha un problema de abuso escolar entre estudiantes. Justamente, antes de iniciar el confinamiento y retirar al alumnado, en el mes de marzo del 2020, cuando inició la pandemia en el Estado, se solían llevar a cabo pláticas para prevenir este problema social, por vía del área de psicología a nivel municipal.
Cabe mencionar que este plantel ha tenido antecedentes de cuidado, como cuando en el mes de septiembre, pero del 2015, se encendieron alarmas cuando un estudiante de 11 años llevó al salón de clases un arma y varios cartuchos de balas.
Ayuda psicológica urgente
El psicólogo Roger Jesús Aguilar Canul, quien ha trabajado con infantes en sus casi 20 años de carrera profesional, expresa que la pandemia brinda posibilidad fundamental para el comportamiento de los escolares en estos momentos, pues se estancó el ámbito social y escolar en un ambiente que para muchos infantes resulta nuevo, como es el caso de quienes no tuvieron jornadas escolares en el preescolar y se enfrentan al nivel básico en modo presencial.
“Sería interesante saber cuál es el número de niños que están pasando por esto, aunque para nada se descarta a la pandemia como detonador del abuso, hay que tomar en cuenta que los niños y niñas permanecieron ‘encapsulandos’ en su desarrollo social”, dijo.
A su comentario, el experto agregó que por medio de sus acciones los pequeños expresan el reflejo de lo que se ve a diario en casa o con los tratos que reciben por vía de sus padres. El bullying también puede ser traducido en algún mensaje que quienes lo ejercen quieren decir, en la mayoría de los casos los victimarios carecen de seguridad y autoestima.
“También es necesario saber que no solo la víctima sufre en este problema, los abusadores posiblemente tienen como vía de escape los actos que cometen y por medio de la falta de empatía con sus compañeros tienden a demostrar superioridad por sentirse menos o al ser agredidos por medio de alguien más grande que los hace sentir así”, especificó Aguilar Canul.
En cuanto a la búsqueda de soluciones, el psicólogo sugiere la psicoeducación familiar, pues el problema, como mencionó, puede estar en el núcleo familiar. La comunicación entre profesores y alumnado también, confirmó, es fundamental.
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CC