Hoy en el Día Mundial del Hábitat, que es conmemorado con el objetivo de promover que las poblaciones sean más sostenibles, es importante evidenciar que cada vez son más los jóvenes que optan por mudarse en búsqueda de mejores oportunidades laborales, ya sea a la capital yucateca o al extranjero, donde Estados Unidos es el país preferido por los lugareños.
Algunos habitantes comentaron que tienen planes de irse de la localidad e indicaron que una de las principales razones de su mudanza es el bajo salario que ofrecen las empresas y comercios del pueblo. Señalaron que consideran que en el país vecino del Norte hay más oportunidades laborales, por lo que su objetivo es trasladarse a él, tal y como lo hicieron exitosamente algunos vecinos, amigos y familiares.
Por ejemplo, el poblador Joel Jiménez, de 27 años, precisó que en las ciudades es más factible el crecimiento económico y una mejor calidad de vida, pues dijo que lleva varios años laborando en Mérida con un sueldo mucho más alto que el que obtenía trabajando en su lugar de origen, además, en su actual puesto cuenta con seguro de vida y financiamiento de vivienda, prestaciones que muy pocos empleos de la localidad ofrecen.
El entrevistado indicó que para quedarse en su tierra sería necesario encontrar un trabajo relacionado con sus estudios de administración de empresas y que le dé un salario digno que le permita vivir como lo hace ahora. “Gano bien, aquí no iba a conseguir un trabajo estable que me dé prestaciones, por eso muchas personas dejan sus pueblos y se van en búsqueda de mejores oportunidades”, explicó.
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Casos como el de Joel y miles de jóvenes más que aspiran a un mayor nivel económico demuestran la centralización de los trabajos en las ciudades y el escaso desarrollo laboral que se ofrece en las pequeñas localidades. Por eso vale la pena recordar que hoy en el Día Mundial del Hábitat, que fue proclamado en 1985 por la Organización de Naciones Unidas, debido a que desde la década de los 80 cada vez más personas que habitan en zonas rurales abandonan sus hogares y se trasladan a las ciudades o países con mayor desarrollo urbano, con el anhelo de conseguir una mejor calidad de vida.
De acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre el 2015 a 2020 salieron 33 mil 474 personas del Estado para instalarse en otra Entidad del país. De cada 100 personas, 46 se trasladaron a Quintana Roo. Mientras que en el 2020 se mudaron a otro país 7 mil 228 yucatecos, de modo que 10 de cada 100 fueron en búsqueda de empleo.
A este paso, se estima que para el 2030 el 60 por ciento de la población mundial haya dejado los campos para asentarse en los derredores de las ciudades sin planificación alguna, lo que podría derivar en problemas como pobreza extrema, desempleo, contaminación, entre otros.
Si bien las personas pretenden migrar en busca de mejores oportunidades laborales, esto solo afectaría los índices de urbanización de las ciudades, pues las actividades del campo quedarían en el abandono. No obstante, la gente está convencida de que esta es la única manera de vivir mejor, dado que sus municipios no trabajan para brindarles empleos dignos.
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NM