El camino que conduce al relleno sanitario se ha convertido en un cochinero, puesto que los vehículos recolectores que no están diseñados para acopiar los desechos sólidos van regando a su paso parte de su contenido, afectando a la comunidad de X-Bojón y rancherías vecinas.
Desde que se construyó el relleno sanitario a poca distancia de la comisaría, para los habitantes ha sido un problema tener que soportar los fétidos olores que emanan de los desechos cada vez que transitan los camiones por la pequeña población, pero lo más grave es que en el camino va cayendo la basura que no se recoge y que da una mala imagen al lugar.
Sobre esto, la lugareña María Hermelinda Niss comentó que la fetidez afecta sobre todo a aquellos que viven en la calle donde pasan los camiones recolectores, pues algunas veces despiden olores putrefactos y tienen que vivir entre bolsas con basura, ya que estas se quedan tiradas.
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Por su parte, el habitante José Cahum explicó que los vehículos, al circular abarrotados de desechos y por no ser unidades diseñadas para contener la basura, van esparciendo los desechos sobre el camino y en las orillas, tal y como se puede apreciar transitando desde el cementerio de la cabecera municipal, pasando por el Recinto Ferial hasta el libramiento periférico. Cuando se arriba a X-Bojón, toda la calle que conduce al relleno sanitario está repleta de bolsas con basura.
En un recorrido realizado por esta corresponsalía, se pudo comprobar lo que reportan los vecinos, ya que tanto sobre el camino como en las orillas hay reguero de desperdicios, que incluyen llantas y grandes sacos que no fueron depositados en el relleno, porque se quedaron a medio camino perjudicando el acceso a la comisaría.
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NM