Con motivo de las celebraciones del Día de Muertos, Joaquín Huacho Díaz Mena invita a los yucatecos a vivir nuestras tradiciones, en especial a preservar la esencia y el sentido místico del Hanal Pixán, un ritual con el que nuestros padres y abuelos honraban a sus ancestros que se adelantaron en el camino.
Ante la influencia de costumbres de otras partes del país e, incluso, del extranjero, el exfuncionario federal, quien fue docente en comunidades apartadas de la entidad y promotor cultural en su natal San Felipe, destaca la importancia de mantener esta tradición apegada a sus orígenes, con la que se establece un vínculo fraternal, de profundo respeto y cariño entre vivos y muertos.
“El Hanal Pixán tiene un origen maya que se adaptó a la religiosidad de los evangelizadores, sin perder su esencia. Y así se ha mantenido durante muchos años, hasta convertirse en una de las celebraciones más importantes de Yucatán y en un símbolo de identidad y orgullo por nuestras raíces”, subraya Huacho Díaz.
“Por eso es importante preservar esta tradición, porque también es un factor de unión y cohesión social, ya que lo asumen como un valor colectivo todas y todos los yucatecos, sin importar estratos socioeconómicos, ideologías políticas, niveles educativos y credos”, afirma.
Díaz Mena señala que en los altares del Hanal Pixán o comida de ánimas se han agregado elementos de otras partes del país, como las calaveritas y el pan de muerto, y hay casos en los que se llega al extremo de incluir imágenes de Halloween, fruto de la influencia de estos tiempos, por lo que, recalcó, es importante regresar a los orígenes de esta tradición milenaria.
“Afortunadamente, aun en muchos lugares, sobre todo del interior del estado, se mantiene la autenticidad de esta hermosa tradición, que es extensiva a toda la Península, así que hay que retomar de ellos los elementos originales, para que no se pierda la esencia de este ritual que heredamos de nuestros ancestros”, enfatiza Díaz Mena.
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NM