La medicina tradicional enfrenta una severa crisis en Yucatán, ya que mientras en Peto los amantes de lo ajeno se robaron los animales del huerto de la única farmacia comunitaria del Estado, en el Litoral Norte la práctica de esta actividad ancestral ha caído en desuso.
Amado Herrera, representante de la Organización de Médicos Tradicionales Indígenas Mayas de la Península de Yucatán (Ommipy), señaló que los malhechores se llevaron del área de corrales del terreno de la farmacia comunitaria, borregos, gallinas y patos, incluso intentaron llevar un cerdo, pero por su peso no lo lograron.
Recordó que esta situación es una desgracia para la organización, ya que con mucho esfuerzo habían logrado levantar el redil, pero por la pandemia el terreno quedó vacío, antes ahí se criaban cerdos criollos y decenas de aves de corral. Además, en mayo pasado en el sitio hubo un incendio que provocó que se quemaran varios árboles medicinales.
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“Iniciamos de nueva cuenta con la cría de animales y aves para que la organización se pueda sostener de manera económica, pero la inseguridad nos volvió a afectar, por lo que pedimos vigilancia de la Policía en el área”, aseguró Amado.
Cenobio Cen, responsable del establecimiento, aseguró que el hurto sucedió cuando los médicos tradicionales salieron a atender a pacientes enfermos con medicinas naturales y fue cuando el lugar quedó sin personal y los ladrones aprovecharon llevarse a los animales.
El predio comunitario tiene una superficie de cuatro hectáreas, donde está la tienda de medicamentos, el jardín, el huerto de árboles frutales como limón, mandarina, saramuyo, guayaba, aguacate, coco, entre otros, un área de árboles y plantas medicinales y el corral.
“El lugar carece de energía eléctrica y hay partes del terreno que no tienen cerco o alambrado, por lo que aprovechan los cacos para entrar; además requerimos de un pozo, ya que por la fata de riego se muere el 50 por ciento de las plantas”, apuntó Cenobio Cen.
Sobre la Ommipy, expresó que una parte de los dirigentes e integrantes han fallecido, pero ha surgido una nueva generación de 27 médicos tradicionales, principalmente parteras y hueseros.
“El objetivo de la agrupación es promover la conservación, desarrollo y reconocimiento de la medicina indígena tradicional en el Sur del Estado”, indicó Cenobio Cen.
Mientras en el Sur se busca rescatar la medicina tradicional, en Telchac Puerto se ha perdido, ya que los ciudadanos señalaron que son muy pocos los que se dedican a esta práctica ancestral.
Francisco Bacab, de 77 años, explicó que desde hace muchos años se dejaron de utilizar las plantas curativas para sanar o calmar los dolores de las personas, pues hoy en día son muy pocas las personas que logran distinguir los ejemplares medicinales en los montes o traspatios, y su utilidad para el cuerpo humano.
Agregó que otro de los factores que perjudicaron a este ámbito, son las antiguas plantas que desaparecieron cerca del pueblo, producto de la deforestación de los montes para la práctica ganadera y agrícola.
Lugareños indicaron que sólo tienen a la mano algunas hierbas, como menta, cacaltún, chaya, epazote, orégano de castilla; pero otras han escaseado, como la ruda.
En la mayoría de los traspatios de las viviendas, dijeron los pobladores, ya no hay esas hierbas, pues todas se han ido removiendo por las limpiezas que se realizan.
Consideran que antes muchas de estas que se encontraban fácilmente tal y como ha pasado con la gran mayoría de los herbajes medicinales que en su momento estaban en las parcelas.
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GC