Cien años, mil 200 meses, 36 mil 528 semanas, 876 mil 732 horas, una familia maravillosa, grandes amistades y bellos recuerdos son los que tiene Romualda Pérez Carrillo en su cumpleaños número 100, motivo por la cual fue festejada por sus hijas, hijo, nietos, bisnietos y tataranietos en una sala de fiesta de Homún.
Fue en 2019, exactamente el 19 de enero, cuando POR ESTO! entrevistó a doña Romualda en el marco de la celebración de los 100 años de Cuzamá como municipio, ella tenía en ese entonces 95 años y a pocos días de cumplir 96.
La abuelita nació el 7 de febrero de 1923, sus padres fueron Juan Bautista Carrillo y Susana Jiménez; en 2019 compartió que viene de una familia numerosa, ya sus papás tuvieron 20 hijos de los cuales seis murieron al nacer.
Ella nació en una pequeña comunidad llamada Sisal, que le pertenecía al municipio de Cuzamá y sus padres llegaron a vivir a la cabecera municipal cuando ella tenía apenas ocho años de edad, sólo cursó hasta el tercer grado de primaria; también recordó que a su difunto esposo le gustaba jugar beisbol, lo conocían como don Zenón.
En esa entrevista tenía la ilusión de llegar a los 100 años, y “hoy Dios todopoderoso se lo concedió”, dijo unos de sus hijos.
Yamily Bracamonte Carrillo, nieta de esta centenaria dama, platicó que la pareja de abuelitos tuvo seis hijos: Orlando Vidal y Eloy ya fallecieron. Les siguen Rosario, Freddy, Diana y Leila.
Yamilly recordó que doña Romualda tiene 22 nietos, 42 bisnietos y 21 tataranietos, todos participaron en la celebración.
Doña Romualda, que anteayer cumplió 100 años, estaba también con algunas de sus sobrinas, Libia, que en unos días cumple 90 años y Elena Chuil, de 92, quien también es su consuegra.
Esta fiesta fue regional, con música de la orquesta cuzamaleña y familiares y amigos como invitados, todos portando vestimenta regional para bailar al ritmo de la jarana, también le cantaron Las mañanitas, En un día feliz, Mujeres divinas y Cien años, entre otras, temas a cargo del mariachi Generación dos mil.
No faltó la cantada en el pastel donde sopló su velita y agradeció al poder supremo llegar a lo que era su mayor deseo: vivir 100 años. También hubo felicitaciones de los hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, parientes e invitados.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
GC