El impacto ambiental del Tren Maya de los tramos 3 y 4, correspondientes a Yucatán, es mínimo, ya que el proyecto se desarrolla con las vías existentes en la zona, afirmó Jesús Arcadio Lizárraga Véliz, encargado del despacho de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Incluso se efectúan operativos de reubicación de nidos de aves y reptiles, se construyen pasos para la fauna, cuya efectividad se demostrará cuando entre en funcionamiento el monorriel.
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El funcionario habló del Tren Maya, pues, no le quedó otra opción, pero se negó a declarar sobre los casos polémicos en los cuales se ha demostrado la ineficaz labor efectuada al frente de la dependencia, tal es el caso deParaíso Sisal, la construcción de un muro en una calle de arena en el puerto de San Benito, presuntamente pagado por los hermanos Campos Agüero, y la deforestación causada por un empresario en Dzemul, entre otros temas publicados recientemente por POR ESTO!.
“Lo que hicieron nada más es ampliar el derecho de vía, por tanto, el impacto de la obra como tal no es tanto como en otros Estados, definitivamente se abrió un derecho de vía muy grande en una selva que, aunque sea secundaria, es un cambio de uso de suelo”, aseguró.
Resaltó que, en el caso de Yucatán, el panorama es distinto porque los trabajos se realizan sobre las vías preexistentes, y a pesar de esto se efectuaron procesos de rescate y reubicación de especies de flora y fauna.
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CC