Después de cinco años de ausencia y de perseguir el sueño americano, Alberto Che Pérez, originario de la comisaría de Xul, del municipio de Oxkutzcab, regresó ayer de San Francisco, California.
“Estoy contento, feliz de volver a ver a mi familia, especialmente a mi madre, esposa e hijos, la verdad no esperaba encontrarlos en el aeropuerto, mucho menos que me recibieron con pancartas de bienvenida”, dijo Che Pérez.
Comentó que en California estuvo trabajando en varios restaurantes donde gracias a Dios jamás tuvo problemas, especialmente durante la pandemia, cuando muchas empresas de alimentos cerraron sus puertas de manera definitiva, pero otras empresas lograron mantenerse activas, eso contribuyó a mantenerse activo y de esa forma pudo enviar dinero para la educación de sus hijos.
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Comentó que ahora solo espera disfrutar de su familia y de su esposa, quien le preparó un rico y delicioso pavo en relleno negro o como quiera que lo hayan preparado, guisos que también hay en San Francisco, pero no se comparan con el sabor, color y olor que tiene este guiso tan arraigado entre los yucatecos.
Por su parte, elementos de seguridad invitaron ayer a una pareja de extranjeros que ingresaron a la terminal aérea, cada uno en su bicicleta, quienes acudieron a comprar boletos para viajar a la Ciudad de México, pero en el mostrador de Aeroméxico les indicaron que pueden adquirirlos por medio de la aplicación digital y acto seguido se retiraron, no sin antes decirles a los guardias que tanto en el aeropuerto de la Ciudad de México como en Cancún, Quintana Roo, nunca los molestaron por andar con sus bicicletas en esas terminales aéreas. Acto seguido salieron del edificio, montaron sus vehículos y se fueron.
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CC