A pesar de que aún corre la primera semana del mes de marzo, la flota mayor se encuentra en vísperas de realizar el avituallamiento de cerca de 300 buques por medio de inversiones de hasta un cuarto de millón de pesos para salir en busca del codiciado mero el próximo mes de abril.
Las inversiones con las que se corren para que zarpen estos buques de dimensiones enormes son de entre 200 mil a 250 mil pesos, mismas que también agregan anticipos de 8 mil pesos como máximo, pues se tiene contemplado la tripulación de por lo menos ocho pescadores, despensa, sueldo del cocinero, reparaciones previas y gastos del patrón de barco.
Noticia destacada
Turistas de Progreso se quejan de las malas condiciones del malecón; 'Es peligroso'
Cabe mencionar que parte de los beneficiados serán los negocios porteños, ya que a partir de un par de semanas más comenzarán a solicitarse toneladas de producto en panaderías, tortillerías, carnicerías, entre otros. Otro gasto mayoritario es la carnada, la cual registra por barco hasta 250 kilos.
“Hay mucho temor por los patrones de que todo resulté como la temporada pasada. Para la pesca sea redituable debemos de traer por lo menos 100 kilos, pero es algo sumamente difícil; estamos en una época donde la pesca es totalmente irregular”, expresó Fernando Borja.
Víctor Juan Zacarías Solís, titular de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola, confirmó que en estos momentos hasta 300 unidades de embarcación mayor están recibiendo fortalecimiento de estructuras y reparaciones a un mes de abril, que será pauta para el mero en lo que empieza la pulpeada para agosto.
“El banderazo de salida para el mero está ocasionando mantenimiento mayor. Unos 15 días antes de la apertura comenzó el armamiento de embarcaciones en donde los permisionarios tendrán que invertir. Esperamos que no nos decepcione esta pesquería”, dijo.
Por otra parte, siguen todavía las quejas contra las embarcaciones que afirman que barcos piratas traen mero para venderlo a través de cuentas falsas en redes sociales, aparte de los navíos en regulación que se asegura que traen las especies prohibidas entre sus redes sin devolver los ejemplares al mar para preservar la especie.
“El mismo pescador está acabando con su sustento. No hay por qué ocultar que no se respeta como se debe la veda, se necesita mano dura, pero tampoco hay respuesta de las autoridades. Ojalá de verdad se tomaran cartas en el asunto, ya que hemos escuchado muy poco de iniciativas que protejan las especies”, expresó Mauro Quintal, ribereño independiente.
Debido a esta problemática, entre los mismos hombres de mar corre el rumor de que buscaría para el siguiente año ampliar la veda a tres meses. Como se sabe, este lapso para dejar al mero reproducirse se originó a mediados del 2002, a causa de una crisis económica en este sector por el poco producto que se conseguía en altamar.
Actualmente, se contempla en el municipio 550 embarcaciones y una menor de más de mil 800 unidades, todas pertenecientes al municipio que concentra a sus padrones de pescadores, el cual se divide en Progreso con dos mil 825, 418 en Chicxulub, 408 en Chelem y 435 en Chuburná, aunque si se toma en cuenta a todos aquellos pescadores excluidos de este censo el número sobrepasa los cuatro mil trabajadores en la cabecera municipal, junto con sus comisarías.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC