Todo está listo para la apertura de la captura de mero en los litorales de Yucatán, donde los pescadores están esperanzados ante los problemas que enfrentaron el año pasado con la marea roja y la captura de pulpo donde no se alcanzaron las metas, por lo que esperan se pueda romper la marca establecida de seis mil toneladas de mero “rojo” y “negrillo” en conjunto.
Como se esperaba, a lo largo del día de ayer, en diferentes sitios de atraque de la cabecera municipal y comisarías con puerto se realizó el avituallamiento o armadura de navíos pesqueros, donde permisionarios pondrán en riesgo inversiones que van de los cinco mil pesos en lanchas ribereñas hasta el cuarto de millón de pesos en los buques de dimensiones enormes.
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En un recorrido en el puerto de abrigo de Yucalpetén, donde de manera sorprendente se tuvo acceso para la prensa luego de más de un año, persisten los trabajos de carga de despensa, combustible, maquetas de hielo y la carnada que consta por lo regular de pescado tipo “bonito” y sardinas.
En esta semana se espera que zarpen unas 550 embarcaciones de flota mayor y mil ribereños, y se sumarían a estos últimos otros 3 mil en los próximos días.
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“Para que sea redituable el gasto de hasta 250 mil pesos que hacen algunos dueños se necesita traer una tonelada 300 kilos, que por lo general se obtienen con trayectos de unas 150 millas, casi en las inmediaciones de Río Lagartos”, externó Manuel Idelfonso Uvalle, patrón de barco del “Valeria Teresita”.
Esta misma tripulación, que consta de un motorista, un nevador, un marinero y un cocinero, todos ellos con anticipos de ocho mil pesos que podrían redoblarse hasta los 15 mil si es que en alrededor de veinte días se consigue traer producto suficiente.
A pesar de que dicha cifra solo es un 50 por ciento de lo que se percibe en la “pulpeada”, el ánimo persiste en los hombres de mar, ya que durante febrero y marzo respetaron la veda, por lo que en ese lapso dependían de los programas de apoyo gubernamentales y un sueldo menor que otorgaba el dueño del barco a fin de que le dieran mantenimiento a la nave marítima para que zarpe al cien por ciento en esta temporada de mero.
Otra embarcación que otorgó paso a la intimidad que las tripulaciones ejercen el último día de veda fue el “Tiburón XII”, donde precisamente se realizaban cargamentos de sardina y “bonito”. Los marineros externaron que el combustible representa el mayor gasto de todos, pues se necesitan, en cada viaje, hasta cuatro toneladas de este componente.
“Ahorita se ejerce como método de pesca la cobralinea para capturar el mero, nosotros ejercemos trabajos a lo largo de seis millas. Es bastante duro ir a un viaje de estos, pues apenas dormimos de cuatro a cinco horas por día”, argumentó el pescador Carlos Collí, integrante del navío mencionado.
A su comentario, el entrevistado agregó que debido a los malos resultados de los últimos años, persiste gran devoción en San Judas Tadeo, patrono de los pescadores que durante abril tendrá sus gremios: “Todos estamos con el santo porque no podemos olvidarnos de que dependemos de esta pesquería para aguantar hasta agosto que comienza la pulpeada. En el cuarto de máquinas está la imagen, como varios en barcos”, finalizó.
De acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), durante el periodo de veda se prohibió el uso de palangre de fondo para escama, palangre escamero de fondo y el arte de pesca conocido como “bicicleta” en la zona y época de restricción.
El año pasado se concluyó la temporada de mero con un precio récord de 310 pesos para el “negrillo” y 270 pesos para el tipo “rojo”, esta primera cifra ubicada como la más alta en la historia de esta especie, cuya producción generó aproximadamente cinco mil 300 toneladas a nivel Estado.
Durante el año 2021, Yucatán finalizó esta pesquería con una producción de cinco mil 551 toneladas en peso vivo y valor de 335.74 millones de pesos y Quintana Roo reportó 247.97 toneladas en peso vivo y 25.40 millones de pesos. Autoridades del ámbito pesquero, calificaron de positivo el lapso de captura, luego de un 2020 que se vio paralizado por la pandemia por Coronavirus que entró en el Estado durante aquel mes de marzo.
Cifras preliminares de la Comisión Nacional de Pesca, reportaron en su momento que en la temporada de captura del 2019 se produjeron 7 mil 614 toneladas y el Estado de Yucatán fue el mayor productor de la especie con más de seis mil toneladas. Mismo primer lugar obtuvo el Estado de la jarana desde ese año, superando a sus vecinos como Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz
En Chabihau, Yobaín, desde una semana antes los marineros comenzaron a dejar listos los palangres y el mantenimiento de las lanchas para poder iniciar con el pie derecho este año y salir a altamar en búsqueda de este producto que durante dos meses quedó en veda.
Manuel Xool, pescador, comentó que la temporada cerró en los 120 pesos el kilo y posiblemente pueda abrir con el mismo precio. Indicó que el año pasado abrieron con el mismo valor y consideran que esta sea una temporada buena, en donde puedan salir favorecidos al llegar a tierra con el producto: “Este año vamos a ver cómo va a comenzar. Muchos están preparados para salir a la pesca del mero. Esperemos que sí nos vaya bien en esta temporada”.
Hombres del mar como Rodrigo Kantún, quien estuvo saliendo a la pesca de otras escamas por medio de redes durante el lapso que duró la veda del mero, señaló que fue un tiempo malo, pues era poca la especie y el precio era bajo, sacando únicamente los gastos de la gasolina y para su propio consumo. Apuntó estar preparado para salir a las ocho brazas en busca de esta especie tan anhelada, asegurando que hay el producto en el mar.
Xool dijo que por ahora el precio de la escama se encuentra bajo, pues el kilo de especies como la rubia se consigue en los 75 pesos y el canané en los 80; pero podría tener un incremento la semana entrante por el alto consumo que se presentará en los puertos por la temporada de vacaciones: “Puede ser que suba en el transcurso de esta semana, ya no se envía y los locales eso consumen, eso hace que suba. Lo máximo que sube hasta 100 pesos”.
Los pescadores recordaron que, en otros años, regresaban a tierra con 30 a 40 kilos de mero, pues anhelan para este periodo poder tener esas cifras de captura en las salidas que generan todos los días: “Estamos esperando que abran la veda, en otros años era buena la pesca, estamos visualizando que podría haber mero esta temporada”.
Manuel comentó que fueron pocos los marineros que sacaron sus embarcaciones para poder darles mantenimiento, pues el periodo en donde fibran y pintan, además de que cuentan con equipo completo, es cuando inicia la pesca del octópodo y hay registro de ganancias durante la pesca del mero.
De las más de 100 lanchas que hay en el puerto de abrigo, se podría activar alrededor de 30 en donde saldrían hasta 50 hombres del mar, pues el gran movimiento se concentra cuando arranca la pesca del pulpo: “Antes de que acabe el mero, como 10 lanchas salían, entró el norte y eso detuvo todo. Muchos están esperando la pulpeada”.
Los pescadores indicaron que si el clima se presta para esta temporada de pesca, podrían salir victoriosos comparado al año pasado cuando la marea roja dejó un fuerte golpe a mediados de temporada del mero y comienzo del pulpo: “Esperemos que no haya norte iniciando el mero, si eso pasa, nos paralizamos unos días. Hay esperanzas de que nos vaya bien”.
Dos mil embarcaciones en Litoral Oriente
Después de dos meses que en los puertos de San Felipe, Río Lagartos, las Coloradas y El Cuyo respetaran el período de reproducción de las diferentes especies de mero, hoy están listas para zarpar unas dos mil embarcaciones.
Henry Díaz explicó que para empezar nuevamente esta temporada se necesita una fuerte inversión; en gasolina para un solo viaje, dependiendo la distancia, se gasta entre mil a mil 500 pesos; en adquisición de la carnada 500 pesos; en víveres por dos días, para dos personas, 600 pesos; y para un palangre nuevo se requiere: cordel, anzuelos, plomos, dependiendo del número de anzuelos, y se gastan hasta cinco mil pesos.
Durante esta temporada varios pescadores nuevamente usarán el palangre de la temporada pasada, pues el equipo puede aguantar de tres a cinco temporadas siempre y cuando se cuide, explicó el pescador.
En este nuevo período, varios pescadores saldrán primeramente a probar suerte, pues desde la temporada anterior la captura del mero estaba muy baja, al grado de que había días en los que no capturaban ningún pez, por lo que no era redituable.
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GC