La predestinada caída de Paraíso Sisal -de los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero- por la incursión cada vez más veloz del mar en sus playas, a causa de la erosión que están causando las construcciones y obras “secundarias”, se extenderá inexorablemente hacia la Reserva Estatal El Palmar, “una zona de amortiguamiento de diversos fenómenos naturales”, advirtió Gabriela Mendoza González, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
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Este efecto dominó, que inició con la construcción de la escollera en el puerto de abrigo de Sisal, comisaría de Hunucmá, se prolongará por el uso de geotubos que han dispuesto los integrantes del Cártel de Sisal como una medida urgente para tratar de rescatar la inversión que, poco a poco, se está hundiendo, pues, mientras la arena se acumula en el Oriente, degrada el costado Poniente, precisamente donde está el complejo inmobiliario de lujo.
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“Se recrudece el proceso erosivo en Paraíso Sisal”, expuso la especialista, tal como ya lo constató POR ESTO!, al tal grado que ya desapareció la primera duna costera; además, como los terrenos le fueron ganados por el mar, los lotes ya “se integraron” a la Zona Federal Marítimo-Terrestre (Zofemat), que es la franja de 20 metros de ancho de tierra firme, transitable y contigua a la playa.
“Ante la problemática que prevalece en la perigonal se pone en riesgo a numerosas especies endémicas, las cuales son especiales, ya que son únicas en la región”, acotó la científica, durante la entrevista exclusiva.
Consideró que la erosión marina representa un grave impacto para el sistema natural de la región, en especial, para la flora, porque el mar afecta la costa; tan es así que, en un recorrido, POR ESTO!, se constató que ya solo quedan los restos de los troncos de los arbustos que alguna vez cubrieron y protegieron la primer duna costera. En ese sentido, la especialista reitera que la flora forma parte importante para la protección del lugar, por lo que zonas con menos cubierta vegetal corren más riesgo de deterioro.
Aclaró que si bien la obra fue autorizada por la Secretaría de Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a través de los Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA), no se aprobó la instalación de geotubos. POR ESTO!, detectó que existen cerca de 20 pares de estructuras colocados de manera perpendicular a la costa, y a pesar de que de manera oportuna se detectó la instalación de dos de ellos, inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se demoraron tres semanas en poner el sello de clausura; la obra ya estaba concluida; además, nada hicieron con los restantes.
Mendoza González consideró a El Palmar como una importante zona de amortiguamiento, con cobertura vegetal y hábitat de numerosas especies animales, además que el área natural protegida (ANP) es un vital sistema de tratamiento del recurso hídrico. “Los manglares tienen una importante función, y más ante el riesgo que represente el cambio climático”, aseveró.
Desde el punto de vista florístico, la vegetación de El Palmar se reconoce como compleja y diferente al resto del Golfo de México, y destaca la presencia de especies de afinidad antillana y de endémicas a la Península de Yucatán.
Como hemos informado, la fauna de la Reserva está formada por una amplia diversidad de vertebrados e invertebrados, tanto acuáticos como terrestres, y a partir de observaciones y revisiones bibliográficas sobre el área, se realizó el inventario: hay 527 especies, 21 de invertebrados marinos, 54 de lepidópteros (mariposas y polillas), 30 de abejas silvestres, 64 de peces, 12 de anfibios, 51 de reptiles, 228 de aves, 12 de mamíferos marinos y 55 de mamíferos terrestres.
Desde hace varias semanas, hemos documentado cómo, en numerosas ocasiones, los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero pretendieron lotificar el alargado terreno de siete kilómetros de largo sobre la costa, pero sus primeros intentos, poco después de lograr mediante un amparo arrancarle esa franja a la Reserva Estatal El Palmar, fracasaron porque les negaron los permisos.
Sin embargo, años después, en una decisión poco clara e inexplicable dado que los documentos eran exactamente los mismos con los que inicialmente les fueron negados los permisos, el 23 de marzo de 2018, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la autorizó el MIA número 31YU2017UD085, para la “Urbanización, electrificación, ampliación de camino existente y apertura de un nuevo camino de acceso para un predio formado por los tablajes catastrales: 1896, 2888, 2889, 4803 y 5565 denominados Paraíso Sisal, ubicado en el puerto de Sisal, comisaria de Hunucmá, Yucatán”.
Posteriormente, el 21 de agosto del mismo año, la dependencia federal emitió la resolución con Oficio 726.4/UGA-0617/0001454, perteneciente el proyecto “Construcción y operación de una casa habitación ubicado en el lote 5222 del proyecto de lotificación Paraíso Sisal, en la comunidad de Sisal, Yucatán”.
En ambos casos, a cargo de los representantes legales de la Inmobiliaria, los hermanos Daniel y Víctor Manuel Campos Agüero, y a los propietarios Fernando Eugenio e Isabel Barbachano Herrero así como a Carmen Barbachano y Gómez Rul.
Sin embargo, en ninguna de las licencias la Semarnat les autorizó la instalación de geotubos, cilindros de un material geotextil que se cargan de arena, con una dimensión de 20 metros de largo cada uno; sin embargo, colocaron varios de ellos desde el talud formado en la duna costera hasta mar adentro.
De acuerdo con los “Criterios de Regulación Ecológica de acuerdo a la UGA HUN02-Bar_AP1-R”, en el rubro número 12 se establece que “La construcción e instalación de infraestructura en zonas federales que afecten la dinámica del transporte litoral, tales como, espigones, espolones, escolleras, geotubos y bardas, que obstruyan o modifiquen los cauces principales del flujo y reflujo de marea, así como proyectos de restitución de playas, quedarán restringidas y sujetas a evaluación de impacto ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la presentación de un programa de monitoreo y mantenimiento de transporte litoral de sedimento”.
Hasta ahora, la única acción de la autoridad fue colocar sellos de clausura en dos de los geotubos, pero del resto nada se sabe, salvo que están contribuyendo, según los especialistas, como Paulo Salles Alfonso de Almeida, quien advirtió sobre el nulo resultado obtenido con el empleo de estas estructuras para recuperar la costa; no sólo se agrava aún más el problema además que el equipo utilizado es frágil y afecta al sistema marino.
Lo peor de todo: continúa la aplicación de esta tecnología que inició durante la anterior administración estatal, la cual sólo traslada el problema al poniente de la zona intervenida, fenómeno similar a lo que sucede con los espolones…
Continuará…
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LV