Tal parece que en el Ayuntamiento de Mérida el alcalde Renán Barrera se ha convertido en un “bufón del Palacio”, al entregarle un subsidio de 79.5 millones de pesos (mdp) al Comité del Carnaval, para pagar deudas que adquirió para celebrar las pasadas fiestas carnestolendas, en lugar de usar el dinero para brindar mejores servicios públicos que tanto hacen falta en la ciudad capital, advirtió el diputado Rafael Echazarreta Torres.
El legislador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lamentó que “se siga tratando de sostener un crecimiento social en fiestas y juegos; “¡pan y circo!”, es lo que lamentablemente el Ayuntamiento de Mérida es lo que le está ofreciendo a la ciudadanía”.
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Indicó que tendría que haber una revisión de prioridades, pues los más de 79 mdp pudieron haber sido invertidos en parques, infraestructura deportiva que tanto hace falta para que haya un verdadero esparcimiento social e inclusive cultural; o pudo haber sido utilizado para reforzar a las comisarías, que están tan olvidadas.
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“El tejido social de Yucatán siempre se ha mantenido fuerte, por la vinculación y los espacios sociales de esparcimiento, pero en Mérida esto está en el olvido desde hace casi una década, bajo la administración de Barrera Concha”, reiteró.
“No se puede justificar jamás un gasto tan grande en un carnaval que es disfrutado por muy pocos, pero sobre todo que no genera ningún crecimiento social, ni hay un desarrollo económico para la sociedad y querer sostener en ello la popularidad política de alguien nos debe parecer un despropósito”.
Dijo que lo sucedido el martes en la sesión de Cabildo muestra “de cuerpo entero” las capacidades y sobre todo las preocupaciones políticas que tiene el Alcalde, y demuestra que nunca ha estado preparado para gobernar, ni administrar la ciudad. “Se tiene un decrecimiento en desarrollo socioeconómico, y la Mérida que tanto se presume es el que hemos hecho los empresarios, la que ha realizado la sociedad civil y esto es algo que debe analizarse”.
Echazarreta Torres indicó que este es un buen momento para que la ciudadanía analice cual es la Mérida que se quiere: la del Carnaval, con un festejo de cinco días y que tiene una resaca de 360 que es lo que deja esta fiesta administrativamente, política y socialmente.
“No puede que a menos de 10 kilómetros del Palacio Municipal haya gente que no tenga los accesos a los servicios públicos municipales y se siga endeudando por un carnaval, me parece un despropósito y que más que un Alcalde podríamos tener un arlequín”.
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CC