El rescate de marineros en altamar de Progreso por enfrentar algún infortunio se está convirtiendo en pan de cada día, ya que personal de la Marina Armada de México rescató un pescador que presentaba un fuerte dolor abdominal, lo que representa la cuarta evacuación en menos de 15 días.
Todo comenzó cuando la sala de mando y control de la Marina Armada de México recibió un aviso en su sala de control de mando requiriendo el apoyo para una persona del sexo masculino que presentaba dolor abdominal intenso mientras se encontraba a bordo de una embarcación en altamar.
El pescador estaba a bordo de un navío pesquero a 58 millas náuticas (107.5 kilómetros) al Noreste de Progreso; por lo que personal capacitado y de Sanidad Naval de la Ensar Yucalpetén zarpó de manera inmediata a bordo de una embarcación tipo Defender.
Al llegar al barco, personal de Sanidad Naval efectuó los primeros auxilios, para proceder a trasladar al paciente al muelle de la Ensar Yucalpetén, donde esperaba una ambulancia con destino a un hospital de la localidad para continuar con su atención médica.
A esta evacuación se suma la del miércoles pasado, cuando personal de la Marina Armada de México realizó el rescate del pescador M. del J.H.C., de 27 años de edad, quien a bordo del barco Pulmero 19 enfrentaba un dolor constante y otro tipo de sintomatología que le impidió seguir trabajando a la par de sus compañeros y su patrón José Alfredo Chan Jiménez.
Mientras que hace tan solo una semana, el mismo sector pesquero informó que un pescador del barco Aguilar II sufrió la picadura de una mantarraya en el pie derecho, en medio de la oscuridad de la noche, desatándose también un operativo para llevar a un hospital de Progreso al marino que ya sentía varias afectaciones causadas por este tipo de ejemplares.
Tan sólo un par de horas después, la Marina Armada de México recibió el reporte de un hombre de mar a bordo del Nesbrit, quien fue identificado como Víctor José de Jesús Pech Arroyo, tuvo un accidente donde resultó lesionado de gravedad en la mano izquierda, se mantiene hasta el día de hoy en un hospital recuperándose a paso lento. Entre ambos casos este resultó más contundente, pues incluso se han realizado diversas iniciativas para juntar dinero para la cirugía que posiblemente requiera el hombre de mar.
Pero no sólo estos incidentes los que enfrentan los hombres de mar en su arduo trabajo, ya que también se han registrado lamentables decesos en lo que va del año. El primero en el tempranero 18 de enero cuando se volteó la lancha Paulina con cuatro pescadores a bordo, de los cuales el veterano J. R. P., de 79 años de edad, no pudo salir con vida, ya que se mantuvo naufragando 48 horas hasta que recaló su cadáver en la costa del puerto.
El 22 de febrero se presentó otra pérdida cuando J.R.C.T., de 57 años de edad, sufrió un infarto agudo al miocardio mientras ejercía labor en uno de los barcos de la línea Propermex. El cuerpo fue llevado rumbo a una marina privada para protocolos correspondientes.
El último hombre de mar en abandonar el mundo terrenal fue un sujeto oriundo de Tabasco, quien el primero de marzo decidió poner fin a su existencia al colgarse en las afueras del barco Neldy, probablemente tras no aguantar la situación económica en que se encontraba al empezar la veda.
También ha trascendido que la Marina Armada de México ha realizado cerca de una docena de intervenciones para enfrentar traslados de este tipo desde el primer mes del año en curso. Normalmente, justo a partir de agosto que inicia la fiebre del pulpo cuando se desatan este tipo de tragedias en altamar.
Por último, los pescadores sobre todo ribereños, permanecen en constante alerta, luego de que el pasado 13 de abril fueron asaltadas por lo menos cuatro lanchas.
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GC