Yucatán

Palaperos de Progreso acosan a los turistas; son agresivos y mentirosos, aseguran

Turistas en el puerto de Progreso denuncian el hostigamiento de los palaperos que ofrecen sus servicios, acusándolos de ser deshonestos y agresivos
Los palaperos dijeron que sólo están tratando de ganarse la vida. / Saraí Manzo

Visitantes al puerto de Progreso se quejan del hostigamiento que reciben de las personas que se dedican a ofrecer un lugar para almorzar en la playa, conocidas comopalaperos, además los turistas comentan que invaden su espacio personal e incluso se sienten acosados ante la insistencia de estos comerciantes. Por su parte, estos últimos, señalaron que sólo están tratando de ganarse la vida y no le hacen daño a nadie.

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Los trabajadores comentaron que ganan por comisión, por lo que su“chamba” es abordar a los turistas para ofrecerles una palapa en donde puedan pasar la tarde a gusto, no obstante, esto ha llegado a incomodar a los paseantes, pues refieren sentir “agresiva” la insistencia de estos.

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“Hay quienes sí ponen sus caras de molestos porque les ofrecemos el menú o les enseñamos la zona donde pueden ocupar una palapa, sí hay gente que te hace a un lado o te ignora por completo, pero hay donde, como se dice coloquialmente “pega el chicle”, que es donde nosotros ganamos, al final es un trabajo como cualquier otro; es como las promotoras en el súper que se te atraviesan para que les compres, no es ni más ni menos”, dijeron los palaperos.

Sin embargo, los visitantes indicaron que no es “muy agradable” que se atraviesen en su camino o que se acerquen físicamente mucho, para poder ofrecer sus servicios.

“Sabemos que es su trabajo y que viven de ello, pero por lo menos nosotros que no somos de aquí, no estamos acostumbrados a que se nos peguen o aproximen tanto físicamente, creo que incluso es una invasión al espacio personal, está muy bien que intenten vender, pero hay un límite, luego les dices que no y casi casi te persiguen gritándote las ofertas para que caigas”, explicó la visitante Lourdes García.

Por su parte, el ciudadano Cristian Jordin, comentó: “Sí es un poco incómodo, pero, lo que creo que no está correcto es que no te hablan claro desde el principio, ya que, aunque no consumas, sólo por sentarte en la palapa te cobran 200 pesos y algunas cartas o menú que te presentan del establecimiento no tienen precio, no es por el gasto en sí, se trata de que no hablan con honestidad, pues finalmente uno está consciente de que si se viene de vacaciones es porque traes lo suficiente para gastar, pero no bajo el engaño de los comerciantes”.

“Hasta parecen una pequeña mafia, están todos en grupo e incluso algunos tienen algunas copitas de más, está bien que haya Sol, pero están trabajando, deberían tener un supervisor y ver lo que hacen y si están o no alcoholizados”, finalizó el turista.

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AA