Un par de adultos mayores sucumbieron ante el calor, registrándose desmayos entre la madrugada y mediodía del jueves, teniendo como consecuencia el traslado al hospital por parte de la Cruz Roja delegación Progreso.
Uno de ellos resultó ser un progreseño con ya noventa años de edad e identificado como Andrés Poot M., quien permanecía transitando a pie sobre la calle 80 por 27 del “corazón del centro porteño” cuando de pronto empezó a desvanecerse, ameritando ayuda de transeúntes y personal de una farmacia cercana.
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El abuelito de 90 años de edad, al notar que le faltaban fuerzas para sostenerse de pie, solicitó una silla en la sombra para poder descansar en lo que los testigos acudían en busca de los agentes de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, quienes hicieron aparición a la brevedad.
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Debido al estado en el que se visualizó al hombre, se necesitó llamar ahora a la Cruz Roja delegación local, cuya base estaba a escasas calles del punto de tragedia; sin embargo, fue factor el tránsito que ocasionó un ligero retraso en las dos unidades ambulancia con socorristas a bordo.
Una vez dentro de la escena, el desafortunado nonagenario especificó que padecía del corazón, por lo que se determinó que en ese momento fue víctima de la hipotensión e hiperglucemia, motivo por el cual se recomendó al agraviado ir en calidad de urgencia a un hospital de su elección para una rápida estabilización de su organismo.
Debido a que accedió el masculino, este fue dirigido por los paramédicos a la ambulancia por medio de camilla. El incidente originó la mirada incluso de turistas del crucero “Carnival Valor”, el cual llegó durante la mañana de este jueves.
Al notar al hombre afectado y los policía no faltó quien, por medio de un español poco entendible preguntara si se necesitaba ayuda extra. Esto no se ameritó, ya que se contactó por medio de los elementos de la DSPT a los familiares del adulto mayor.
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El otro caso ocurrió en el Poniente de la ciudad, cuando la fatiga por las altas temperaturas aún en medio de la madrugada, provocaron que Luis A.L.P., de 73 años de edad terminara en el pavimento y con una herida lacerante en la mano izquierda que produjo derrame de sangre, en la calle 29 por 108 de la colonia “Vicente Guerrero”.
En esa ocasión los primeros en hacer acto de aparición fueron los agentes de la policía ecológica, pues este sector está ubicado junto a la playa donde se lleva a cabo el proceso de anidación, por lo que al percatarse los elementos se dispusieron a ayudar al hombre, solo que al notar que era necesario la curación de la cortada, se hizo la llamada a los paramédicos de la Cruz Roja.
Una vez que llegó este organismo se procedió a curar al afectado; sin embargo, este no quiso ser llevado a un hospital y optó por solo ser acompañado rumbo a su domicilio, asegurando que iría a consultar por propia voluntad a fin de olvidarse de acceder a la ambulancia.
Este percance causó preocupación en el conjunto vecinal de este sector, pues se mencionó que no es la primera vez que ocurren este tipo de sucesos con los abuelitos que viven en este sector, la mayoría se ha desplomado en medio de sus caminatas que realizan por la mañana o tarde, ya que exponen sus integridades a las altas temperaturas.
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GC