Yucatán

Restauración del muelle de Progreso, afecta la economía de los pescadores, aseguran

Pescadores se quejan de que la restauración del muelle en el puerto de abrigo de Progreso, afecta su economía; piden acelerar la construcción
La razón de la rehabilitación fue que se derrumbaron más de 30 metros del punto de atraque por falta de mantenimiento / Jesús López

La millonaria obra, que corresponde a la segunda etapa de la construcción de casi 30 metros de muelle, mismo que se derrumbó hace más de un año en el puerto de abrigo, ubicado en las inmediaciones de la zona industrial de Chelem, fue criticada por decenas de pescadores debido a que se ven afectados por los trabajos que, afirman, se hacen de manera lenta y en medio del hermetismo de lasautoridades pesqueras.

La razón de la rehabilitación fue porque se cayeron más de 30 metros de este punto de atraque de embarcaciones mayores con un derrumbe que se presentó el 30 de marzo. El único testigo del  incidente fue Yolber Pérez, velador con 25 años de experiencia, quien se ubicaba dentro del área de congeladoras y barcos navegantes, por lo que avisó a los permisionarios de lo ocurrido, ya que era necesario mover sus barcos a la brevedad para que estos no sufrieran daños irreversibles.

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Como se sabe, la primera etapa de rehabilitación se tuvo a mediados del mes de agosto del año 2022 cuando de forma inesperada llegó personal de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) con sede en el puerto para asegurar el área y colocar anuncios de precaución.

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 Se averiguó que la reconstrucción del atracadero en su primera etapa fue licitada por la Asipona y adjudicada a la constructora Edificaciones y Proyectos Torres, S.A. de C.V., misma que tuvo un costo de un millón 282 mil 353 pesos.

Fue hace un mes cuando llegó de manera sorpresiva el personal de la Asipona con sede en el municipio a colocar madera tipo triplay y avisos que prohíben el paso a personas ajenas a la construcción, misma que con base a uno de los espectaculares, tendrá como inversión total 5 millones 374 mil 903 pesos.

Parte de los beneficios de esta segunda etapa de reconstrucción del muelle recaen en que habrá 482 nuevos empleos. Los organismos que participan en ello aparte de la Asipona son la Secretaría de Marina y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante.

Hoy en día, en el área de trabajo se avista una retroexcavadora y demás maquinaria para obtener los moldes que servirán de base para la edificación del muelle, el cual estaría listo al final de una etapa más, antes de terminar el año.

Por su parte, los pescadores aseguran que no ha habido algún acercamiento hacia ellos para darles a conocer el avance de la obra.

En entrevista con el velador Antonio Pérez Pérez, de 72 años de edad, de los cuales 44 ha otorgado a este embarcadero, confirmó que el derrumbe es la consecuencia de que en más de medio siglo no se le haya otorgado mantenimiento alguno a este punto de actividad pesquera, pues desde que él llegó a este trabajo en el lejano 1979, nunca vio que lo restauraran.

“Yo vine aquí hace varias décadas y estaba ya funcionando el puerto. Jamás llegó alguna empresa externa o dependencia gubernamental a otorgar ayuda para mantener el muelle en excelentes condiciones. Esto al final tuvo como repercusión este derrumbe”, señaló.

Las afectaciones se hicieron saber a este medio cuando se averiguó que las labores ahí tendrían una duración de tres meses, lapso que se ha descartado, pues otras fuentes argumentan que los espacios cerrados para dar libertad a los trabajos tardarían hasta un cuatrimestre.

Se mencionó que tendrá repercusión en las labores de descarga que hacen varios buques en los costados de la zona derrumbada, ya que desde el día de la tragedia han tenido que emigrar más de veinte navíos de dimensiones mayores que solían tener su área de descanso ahí.

“A todos nos afecta que se hayan tenido que mover esos barcos. En mi caso ahora sólo percibo unos mil 500 pesos por cuidar la única fila que tengo a mi cargo. Lo malo es que no vemos cuándo tendrá fin esta obra de rehabilitación porque ya se rebasó el año en que se vino para abajo el muelle”, agregó Antonio Pérez.

En cuanto a las afectaciones para transportistas y demás hombres de mar, el movimiento que tenían a través del área ahora se ve interrumpido por la cerca con madera triplay que se ha colocado, por lo que se retrasan las labores de descarga y de ingreso a los buques de mayor navegación.

“Estas condiciones repercuten negativamente. Quedó partido el puerto de abrigo y nosotros no vemos la fecha en que por fin esté lista nuestra área de trabajo. Algo que si hay que destacar es que no sólo se trata de reparar lo derrumbado, en realidad todo el tramo necesita atención”, indicó Alfredo Vázquez, transportista experimentado del rubro.

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CC