Mejillones, almejas, ostiones, pulpos, peces de diversas especies y tortugas marinas están contaminadas de microplásticos, aseguraron académicos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).
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En edición anterior el Por Esto! Informó que investigadores de la UNAM del Estado de Campeche descubrieron microplásticos en estómagos de peces del Litoral Oriente. El biólogo ambiental José Cruz Hoil Rajón reveló que se está capacitando a personal para hacer más estudios profundos sobre esta problemática en las costas yucatecas.
Dalila Aldana Aranda, perteneciente a la Unidad Mérida del Cinvestav, reveló que diferentes especies marinas están contaminadas con microplásticos, por lo que en un futuro no muy lejano ingerir mariscos también empezará a afectar al ser humano.
En el Caribe se realizan estudios con el caracol rosa que sirve de indicador de lo que pasa en esta región para medir la cantidad de microplásticos que hay en las aguas.
La investigadora del Departamento de Recursos del Mar explicó que las investigaciones se hacen directamente en las costas con métodos directos que no comprometen la vida de las especies, analizando las heces de los moluscos gasterópodos y por medio de ellas se mide la cantidad de los polímeros.
Informó que los microplásticos se incorporan a la flora y fauna marina y luego a las cadenas tróficas, pues al ser consumidos por las especies más pequeñas, de las que se alimentan peces grandes y luego por otros más grandes, terminan siendo capturados por los humanos y en las mesas de los hogares. De acuerdo con las investigaciones, cuando un pez consume los residuos microscópicos, en dos horas los componentes químicos pasan a su torrente sanguíneo y en varios días se adhieren a su cuerpo.
El humano está ingiriendo este material cuando se alimenta de mejillones, almejas, ostiones, pulpos y pescados, lo que expone al organismo a aditivos químicos de sustancias tóxicas como colorantes altamente dañinos para el cuerpo.
Los plásticos más tóxicos son los que contienen insecticidas o herbicidas que tienen compuestos organoclorados, agentes sumamente peligrosos para todo ser vivo.
Con la investigación se puede conocer la cantidad de microplástico que ingiere un pez. Asimismo, se puede saber si este material proviene de bolsas, botellas, cordeles o redes. Los plásticos no se degradan, se hacen cada vez más pequeños hasta llegar a ser una partícula; desaparecen del planeta y se incorporan a la cadena trófica en fuentes de agua como lagos, ríos, mar e incluso en la tierra.
Dicha sustancia está compuesta de partículas de 100 micras hasta cinco milímetros y se identifican dos tipos primarios: micropartículas en forma de esferas, utilizadas en industrias de cosmetología, para cremas limpiadoras, exfoliantes, dentales; y también está presente en la industriaautomotriz, pues sirve para abrasivos ligados al lijado y pinturas epóxicas.
Los secundarios son derivados del plástico que se usan en embalajes, juguetes y utensilios, mismos que al degradarse se convierten en micropartículas.
Para evitar seguir contaminando nuestro planeta, la profesional sugirió que se debe reducir la cantidad de basura que se genera de polímeros, así como regular estrictamente a las industrias que utilizan la sustancia para fines productivos.
La investigadora estima que en unos años más habrá más plásticos que peces en los océanos, a menos que los humanos tomen acciones para evitar que estos lleguen al lecho marino.
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LV